El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no enviará tropas estadounidenses a Ucrania como parte de las garantías de seguridad en un futuro acuerdo de paz con Rusia.
El mandatario señaló que serán las naciones europeas las que asuman ese liderazgo, y garantizó que no habrá presencia militar de su país sobre el terreno ucraniano.
Trump declaró a la cadena Fox News que su prioridad es "evitar que la gente sea asesinada", recordando que recientemente dialogó con el presidente ruso, Vladímir Putin, en Alaska, y que después sostuvo reuniones en la Casa Blanca con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, junto a líderes europeos.
El mandatario estadounidense reiteró que Kiev contará con algún tipo de seguridad, aunque no dentro de la OTAN, y consideró positivo que países como Francia, Alemania y Reino Unido estén dispuestos a enviar tropas.
El presidente destacó que Putin y Zelenski "se están llevando un poco mejor de lo que pensaba", lo que lo llevó a organizar primero una reunión bilateral entre ambos antes de plantear una cumbre trilateral de paz. Incluso, relató que mantiene una relación de "calidez" con el líder ruso, con quien sostuvo una llamada que calificó como productiva y que derivó en el compromiso de un posible encuentro entre los dos presidentes.
Desde Moscú, el Kremlin respondió con cautela, señalando que cualquier reunión entre Putin y Zelenski deberá "prepararse minuciosamente" y que no se rechaza ningún formato de trabajo, ya sea bilateral o trilateral. Sin embargo, el gobierno ruso evitó dar una fecha concreta para un posible encuentro.
En Ucrania, la cumbre celebrada en Washington fue recibida con alivio, ya que disipó el temor de que Zelenski fuese presionado para ceder territorios a Rusia a cambio de promesas de paz. Analistas locales señalaron que el país, junto con sus socios europeos, logró recuperar la iniciativa en el proceso de negociación, evitando quedar en desventaja tras la reunión previa entre Trump y Putin en Alaska.
Especialistas ucranianos consideran que una posición conjunta entre Kiev y Europa es clave para enfrentar a Moscú. Subrayan que, aunque la adhesión de Ucrania a la OTAN no está en el horizonte cercano, el fortalecimiento de su propio ejército con apoyo internacional podría convertirse en la principal garantía de seguridad. La disposición de Estados Unidos a participar en el diseño de esas medidas fue vista como una señal positiva para la región.
No obstante, persiste el escepticismo sobre la voluntad real de Rusia para negociar, ya que en paralelo a las conversaciones los ataques contra ciudades ucranianas como Járkov y Zaporiyia se mantienen. Analistas advirtieron que Moscú podría prolongar las negociaciones indefinidamente para aparentar avances sin comprometerse a detener la guerra, lo que mantiene la incertidumbre sobre un posible alto al fuego.
En este escenario, la promesa de Trump de mantener a Estados Unidos fuera del conflicto militar directo, pero participando en el diseño de garantías de seguridad junto con Europa, se perfila como un nuevo capítulo en las negociaciones, aunque todavía marcado por dudas sobre la postura rusa y la posibilidad real de alcanzar la paz.