Estados Unidos pide a China frenar cierre de Ormuz
Ante la creciente tensión en Medio Oriente, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, pidió a China intervenir diplomáticamente para evitar que Irán cierre el estrecho de Ormuz, una de las rutas más importantes del mundo para el comercio de petróleo y gas.
Esta solicitud ocurre luego de que Irán considerara bloquear este paso estratégico tras un ataque estadounidense a sus principales instalaciones nucleares.
Durante una entrevista televisiva, Rubio aseguró que China podría tener un papel clave para evitar la medida, ya que depende en gran parte del petróleo que cruza por el estrecho. "Animo al Gobierno chino en Pekín a que los llame al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo", señaló.
El Parlamento de Irán solicitó oficialmente el cierre del estrecho, que conecta el golfo de Omán con el golfo Pérsico y por donde transita cerca del 20% del petróleo y gas que se exporta por vía marítima en todo el mundo. Sin embargo, esta medida aún debe ser aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní.
Rubio advirtió que cerrar el estrecho sería un "suicidio económico" para Irán y una "escalada masiva" del conflicto, afirmando que la Casa Blanca ya tiene respuestas disponibles que serían "devastadoras". "Lo que pase a partir de ahora depende de lo que ellos hagan", agregó el funcionario.
El posible cierre del estrecho tendría consecuencias globales. China, principal socio económico de Irán y su mayor comprador de crudo, sería uno de los países más afectados. En 2021, ambas naciones firmaron un acuerdo de cooperación que contempla una inversión china de 400 mil millones de dólares en sectores estratégicos iraníes como energía e infraestructura.
Además de Irán, otros países como Arabia Saudita, Irak y Emiratos Árabes Unidos, también proveedores clave de petróleo para China, utilizan el estrecho de Ormuz para transportar sus cargamentos, lo que incrementa el riesgo de afectaciones a gran escala en el comercio energético mundial.
La escalada de tensiones comenzó el fin de semana cuando Estados Unidos atacó con éxito las tres principales instalaciones nucleares iraníes: Isfahán, Natanz y Fordó. Según fuentes oficiales, el ataque se realizó con bombas antibúnker de 13 mil 600 kilogramos, lanzadas por bombarderos B-2, una acción que incrementó el riesgo de un conflicto mayor en la región.
Hasta el momento, no se ha anunciado una respuesta oficial de China, pero la comunidad internacional se mantiene en alerta ante una posible interrupción de los flujos de petróleo que afectaría directamente al mercado energético global.
