Evita que la grasa dañe tu hígado sin darte cuenta
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) advierte sobre la acumulación excesiva de grasa en el hígado, conocida como enfermedad hepática esteatósica, que puede llevar a inflamación, cicatrices permanentes, cirrosis y en casos graves, cáncer hepático
A nivel mundial se estima que aproximadamente el 38% de todos los adultos y entre el 7% y el 14% de los niños y adolescentes tienen esta enfermedad, de acuerdo al, National Institutes of Health, lo que afecta seriamente al hígado, encargado de realizar más de 500 funciones escenciales, como metabolizar nutrientes, desintoxicar sustancias dañinas, producir bilis para la digestión y fabricar proteínas necesarias para la sangre y la coagulación.
Por esta razón, el IMSS, dio a conocer ciertos aspectos de la enfermedad para que la población este informada, y pueda prevenirla
¿Por qué se acumula grasa en el hígado?
Las causas principales son la obesidad, diabetes, síndrome metabólico, consumo excesivo de alcohol (más de 10 bebidas por semana en mujeres y 15 en hombres), colesterol alto, sedentarismo y ciertos medicamentos o remedios naturales.
En muchos casos, el hígado graso no presenta síntomas visibles y la persona puede vivir sin molestias. Sin embargo, con el tiempo puede aparecer cansancio, debilidad o molestias en la parte superior derecha del abdomen.
Cuando la enfermedad avanza, puede manifestarse con coloración amarillenta de la piel, hinchazón, acumulación de líquido, pérdida de peso o picazón intensa, señalando daño hepático severo
El tratamiento incluye cambios en la alimentación, control de enfermedades asociadas, abstinencia de alcohol y medicamentos para complicaciones hépaticas, aunque en caso de ser necesario, se tiene que acudir a hospitales de segundo nivel para estudio más especializados, como elastografía o biopsia.
A nivel personal, se recomienda mantener una dieta equilibrada, hacer al menos 150 minutos de ejercicio semanal, controlar el peso, evitar el alcohol en exceso y no automedicarse. Las visitas regulares a las unidades médicas permiten detectar riesgos y tomar acción a tiempo.
