La explosión de un automóvil ocurrida el pasado 6 de diciembre frente a la alcaldía de Coahuayana, Michoacán, dejó un saldo de seis personas fallecidas y varias más heridas.
El vehículo estalló también a unos metros de la base de la Policía Comunitaria, provocando daños graves en los alrededores. Tras el hecho, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó que abrió una carpeta de investigación para esclarecer lo sucedido.
En un primer comunicado, la delegación de la FGR informó que la indagatoria se iniciaría por el delito de terrorismo "en contra de quien o quienes resulten responsables". Sin embargo, el domingo pasado, la titular de la dependencia, Ernestina Godoy, emitió un boletín en el que precisó que la investigación se realizará por el delito de delincuencia organizada, al recalcar que así lo estableció el organismo federal.
En su mensaje, Godoy indicó que el atentado será investigado bajo este nuevo criterio, señalando que el objetivo es avanzar en la identificación de los responsables. La funcionaria difundió esta actualización a través de sus redes sociales, donde reiteró que el caso permanece en análisis para determinar el móvil y a los presuntos involucrados.

Los primeros reportes sobre el estallido detallaron que los daños materiales se extendieron hasta un kilómetro a la redonda. La explosión afectó seriamente la comandancia de la Policía Comunitaria, viviendas cercanas, negocios y el Hospital Comunitario. Ante la magnitud del siniestro, autoridades municipales solicitaron apoyo inmediato de cuerpos de auxilio y de seguridad estatales y federales.
Elementos de la Policía Comunitaria señalaron que el ataque habría sido planeado por integrantes de una célula del Cártel Nueva Generación (CNG), quienes (según afirmaron) buscan ingresar y tomar el control del municipio. La corporación insistió en que el atentado no fue un hecho aislado, sino un intento directo por posicionarse en la zona.
Hasta el momento, ninguna autoridad federal o estatal ha confirmado o desmentido esta versión. Las instituciones únicamente han señalado que las investigaciones siguen en curso y que se revisarán todas las líneas posibles para esclarecer el atentado y determinar si existe participación de grupos criminales.
La localidad permanece bajo un operativo reforzado mientras continúan los peritajes y entrevistas a testigos. Habitantes de Coahuayana pidieron mayor presencia de seguridad ante el temor de nuevos incidentes.