Por: Abel Martínez Luna (AbelMartinezMX)
La justicia está colapsada.
Las fiscalías, responsables de investigar los delitos, atraviesan una crisis profunda.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cada agente del Ministerio Público debe resolver alrededor de 200 casos al año, lo que implica esclarecer un delito cada dos días; una carga insostenible.
Sólo una de cada cuatro fiscalías estatales cuenta con personal suficiente para atender homicidios, delitos sexuales o narcotráfico.
Y en la mayoría de los estados, los gobernadores influyen en la designación del fiscal, lo que compromete su autonomía.
Julio Jiménez Martínez, vicepresidente del Colegio Nacional de Abogados, expone "no tengo autonomía de actuación porque no tengo presupuesto para poder destinar recursos a la actuación de mis agentes del Ministerio Público o a los policías de investigación. Aun cuando la ley así me lo exija".
El resultado es devastador:
El 92% de los delitos no se denuncia, y de los que sí, solo el 1.3% llega a una sentencia.
El sistema penal acusatorio también tambalea: el 95% de los fiscales reporta graves dificultades por falta de recursos y capacitación.
La impunidad ya no es una excepción: es la regla.
El caso de María Elena Ríos lo demuestra.
En 2019 fue atacada con ácido; sobrevivió, denunció y desde entonces ha enfrentado no sólo a sus agresores, sino también al maltrato institucional, corrupción, intimidación y abandono.
María Elena Ríos, sobreviviente de ataque con ácido, señala, "lo que hacían los ministerios públicos era redactar a modo y no lo ponían como yo lo estaba diciendo. Estaban en el Facebook, viendo memes, con los pies sobre la mesa. Además de tratar de acercarme con mis agresores para que me sobornaran, también me dijeron que era un caso muy complejo que mejor lo dejara por la paz".
Seis años después, el responsable sigue libre y Maria Elena se rindió.
"El día de hoy, quiero decirle, presidenta, que las mujeres en Oaxaca no tenemos justicia. Me rindo gobernador, usted y Juan Antonio Vera Carrizal ganan", expresó.
Expertos advierten: sin fiscalías autónomas, con personal profesional, tecnología y verdadera coordinación entre autoridades, no hay futuro para la justicia en México.
Algunas voces ya no hablan de ajustes, sino de repensar todo el sistema penal.
Karla Quintana, extitular de la Comisión Nacional de Búsqueda, se pregunta, "qué sistema de justicia queremos, queremos tener dos sistemas de justicia uno que atienda los delitos de menor impacto y otro de graves violaciones a derechos humanos".
Cada día sin cambios, más víctimas como María Elena quedan solas ante un sistema que les da la espalda.
Ignacio Morales Lechuga, exprocurador general de la República, acusa "Hay una corrupción pavorosa y entonces la sociedad tiene prácticamente dos enemigos, la delincuencia y las del orden encargadas de combatir a la delincuencia".