El Gobierno de México afirmó este martes que está tomando todas las medidas posibles para controlar el brote de gusano barrenador que afecta al ganado, luego de que Estados Unidos ordenara suspender por 15 días la exportación de animales mexicanos.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) señaló que el país ha hecho su parte y espera que pronto se levanten las restricciones.
Julio Berdegué, titular de la Sader, explicó que desde mayo de 2024 se activaron medidas preventivas como inspecciones en aeropuertos y aduanas, así como la capacitación de veterinarios. A pesar de esos esfuerzos, el 24 de noviembre se detectó el primer caso, por lo que se lanzó una acción de emergencia que incluyó la dispersión de moscas estériles, una técnica que impide la reproducción del insecto.
Hasta ahora, México ha liberado más de mil millones de estas moscas para frenar el brote. La plaga representa un serio peligro, ya que la larva del gusano barrenador invade heridas abiertas en animales, provocando infecciones graves y, en muchos casos, la muerte del ganado si no se trata a tiempo.
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como "injusta" la decisión del gobierno estadounidense y aseguró que México ha actuado con responsabilidad desde el inicio del brote. "Hemos hecho el 100% de lo acordado con Estados Unidos", recalcó Berdegué, quien también pidió una respuesta sobre la solicitud pendiente para abrir una planta de producción de moscas estériles en Chiapas.
Como parte del acuerdo bilateral, se suspendió temporalmente el cruce de productos cárnicos para facilitar inspecciones en ranchos. Las autoridades confían en que, tras esta revisión, se reabra la exportación en el plazo previsto, evitando mayores pérdidas para los productores nacionales.
De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario, el cierre de la frontera representa pérdidas diarias de 11.4 millones de dólares para el país. México había logrado erradicar esta plaga desde 1991, y el actual brote podría poner en riesgo ese estatus sanitario que ha sido clave para sus exportaciones ganaderas.
La situación mantiene en alerta a las autoridades, que insisten en que el trabajo conjunto con Estados Unidos debe continuar para frenar la propagación del gusano barrenador sin perjudicar injustamente a los ganaderos mexicanos.