La temporada de graduaciones llegó y con ella, un golpe directo al bolsillo de las familias mexicanas
Las graduaciones que representan el cierre de una etapa y el inicio de la otra en la que se enfrentarán a nuevos desafíos, ya sea en lo académico, lo profesional o lo personal; se ha visto afectada, como en la mayoría de todos los aspectos, por la inflación.
De acuerdo con un sondeo de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), los gastos por cerrar un ciclo escolar se han disparado hasta casi 20%.
Lo que antes era una ceremonia sencilla, hoy se ha convertido en una verdadera inversión
Para estudiantes de educación básica (primaria y secundaria), los gastos promedio alcanzan los $6,850 pesos, 18% más que en 2024.
¿En qué se va el dinero?
Para quienes terminan bachillerato o universidad, la cifra sube a $18,100 pesos, con un alza del 19% respecto al año pasado. El paquete incluye mesa para 10 personas en la fiesta ($8,000), outfit ($2,300), zapatos ($1,200), arreglo personal ($1,500), regalos ($1,500), fotos ($1,600), fiesta extra con amigos ($1,000) y ceremonia formal ($1,000).
Chautémoc Rivera, presidente de la ANPEC, hace mención de que este gasto es innecesario y puede ser ahorrado puesto que es una exigencia de la sociedad más que una académica
¿Y qué tiene que ver la guerra con esto?
Aunque suene ajeno, la ANPEC advierte que estas expresiones de consumo también deben leerse en un contexto más amplio y preocupante: la creciente tensión global.
Rivera aprovechó el informe para lanzar un llamado urgente por la paz, en medio de conflictos armados que han cobrado miles de vidas.
Cifras alarmantes:
La preocupación no es menor. En un mundo interconectado, las guerras no son locales: afectan la economía global, disparan los precios, reducen el acceso a productos, aumentan la inseguridad alimentaria y siembran miedo e incertidumbre
Según Rivera, una eventual Tercera Guerra Mundial ya no suena como un escenario de película, sino como una amenaza real.
Desde la pandemia, la vida en México no ha sido fácil: inflación, violencia, fenómenos climáticos extremos y presiones migratorias han complicado el panorama. Añadir más guerra al tablero es una receta para el caos, señala