El Gobierno de México, a través de las secretarías de Economía y de Agricultura y Desarrollo Rural, anunció la actualización de los precios mínimos de exportación para el tomate fresco, con el objetivo de asegurar la producción nacional y mantener la competitividad frente a los mercados internacionales.
El acuerdo, publicado este martes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), modifica lo establecido previamente el 8 de agosto y entró en vigor a partir de hoy 3 de septiembre.
Los nuevos precios mínimos se fijaron en dólares por kilo, equivalentes en pesos mexicanos según el tipo de cambio de $18.70 por dólar. De esta forma, el tomate cherry quedó en 1.5 dólares ($28.05 pesos), el tomate bola "stem on" en 1.35 dólares ($25.25 pesos), el tomate en racimo en 1.25 dólares ($23.38 pesos), el tomate Roma (saladette) en 0.88 dólares ($16.46 pesos) y el tomate grape (uva) en 1.5 dólares ($28.05 pesos).
Para otras variedades como Cocktail, Campari, Kumato, Mini Roma, Heirloom, Pera, Medley y San Marzano, entre otras, el precio se estableció en 1.7 dólares, lo que equivale a $31.79 pesos por kilo. Las autoridades señalaron que estos ajustes fueron resultado de consultas con organismos y exportadores de la industria, atendiendo sus observaciones y necesidades frente a las condiciones de los mercados internacionales.
De acuerdo con las dependencias, esta medida busca fortalecer a la industria de exportación de tomate en México, beneficiando tanto a productores grandes como medianos y pequeños. Además, se pretende proteger la planta productiva y los empleos relacionados con este sector, que es uno de los más importantes del campo mexicano.
El Gobierno destacó que mantener precios competitivos permitirá conservar la participación de México en los mercados internacionales y evitar que otros países aprovechen las condiciones para desplazar al producto nacional. También se busca blindar la producción ante prácticas desleales de comercio que han afectado al tomate mexicano en el pasado.
Cabe recordar que el pasado 14 de julio México expresó su inconformidad con la decisión del Departamento de Comercio de Estados Unidos de reactivar una cuota compensatoria del 17.09% a las exportaciones mexicanas de tomate fresco, tras la cancelación del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping vigente desde 2019.
Desde 1996 los productores estadounidenses han solicitado medidas antidumping contra el tomate mexicano, argumentando competencia desleal. Sin embargo, México ha reiterado la dependencia del mercado estadounidense de este producto, ya que dos de cada tres tomates consumidos en ese país son cultivados en territorio mexicano.