El gobierno del presidente Donald Trump presentó este viernes una demanda contra la ciudad de Boston, acusando a las autoridades locales de obstaculizar la aplicación de las leyes migratorias federales mediante sus políticas de refugio para migrantes.
De acuerdo con el Departamento de Justicia, la querella busca invalidar las disposiciones municipales que limitan la cooperación de la policía local con agentes federales de inmigración, así como la asignación de fondos destinados a albergues y servicios legales para indocumentados.
"Las llamadas ciudades santuario ponen en riesgo la seguridad nacional y violan la Constitución al interferir con la autoridad federal en materia migratoria".
Por su parte, la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, defendió la postura de su administración, asegurando que se trata de proteger los derechos humanos y la dignidad de las comunidades migrantes que residen en la ciudad. "Boston no dará marcha atrás en su compromiso de ser un refugio seguro. Nuestros valores no se negocian en los tribunales", afirmó.
"Esta es nuestra ciudad y defenderemos enérgicamente nuestras leyes".
La disputa legal se enmarca en la nueva ofensiva de Trump contra gobiernos locales que mantienen políticas de apoyo a migrantes, en momentos en que la Casa Blanca impulsa un endurecimiento de deportaciones y mayores restricciones de asilo en la frontera con México.
Expertos prevén que el caso podría escalar hasta la Corte Suprema, reavivando el debate sobre la autonomía de los gobiernos locales frente al poder federal en materia migratoria, un tema que ha marcado la política estadounidense en la última década.