El gobierno de Donald Trump prohibió a la Universidad de Harvard matricular, en adelante, a estudiantes extranjeros, en una escalada significativa del conflicto que mantienen desde hace varios meses
La decisión fue comunicada mediante una carta dirigida a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, en la que se lee:
"Les escribo para informarles que, con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes del Intercambio de la Universidad de Harvard."
Noem señaló que todas las universidades deben cumplir con los requisitos del Departamento de Seguridad Nacional, incluyendo los requerimientos de reporte bajo las regulaciones del PEVI. Según ella, esta medida es resultado de la negativa de Harvard a responder múltiples solicitudes de información pertinente a dicha dependencia.
Además, acusó a la institución de perpetuar un ambiente inseguro y hostil para estudiantes judíos, de promover simpatías pro-Hamas y de aplicar políticas racistas.
La prohibición afecta a estudiantes con estatus F y J ?que incluyen a estudiantes académicos, participantes en programas de idiomas, profesores visitantes y becarios-
Los estudiantes actualmente inscritos bajo estos estatus deberán transferirse a otra universidad para mantener su estatus legal en Estados Unidos, según el comunicado oficial.
No obstante, Harvard podrá recuperar la autorización para inscribir a estudiantes extranjeros el próximo año, siempre que proporcione, en un plazo máximo de 72 horas, toda la información solicitada, que incluye:
Esta decisión se da en un contexto de tensión creciente entre Harvard y el gobierno federal, debido a acusaciones del Ejecutivo sobre tolerancia al antisemitismo en el campus, restricciones a discursos "alternativos" y la insistencia en aplicar programas de inclusión sexual y racial, entre otros temas.