El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, cuestionó con firmeza la autenticidad de un supuesto ataque generado por Estados Unidos contra una embarcación en el Caribe que, supuestamente, transportaba droga y habría resultado en la muerte de 11 personas
Saab aseguró que ese hecho no ocurrió y sostuvo que, si hubiese sido real, lo correcto habría sido intentar detener la embarcación antes que destruirla.
Además, criticó que nunca se hayan divulgado detalles básicos como las coordenadas del incidente, el origen del navío o las identidades de quienes estaban a bordo, y calificó el video difundido por EE.UU. como una simple animación creada por computadora.
El fiscal subrayó que, incluso en operaciones contra el crimen internacional, existen organismos y acuerdos internacionales que regulan y supervisan cómo deben desarrollarse estas intervenciones, buscando evitar abusos o acciones que violen el derecho.
De esta manera, rechazó lo que considera un uso indebido de la lucha contra el narcotráfico para alimentar tensiones internas dentro de Venezuela, calificando esta estrategia como "sumamente burda" y "inaceptable"
Por su parte, el ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, también desestimó públicamente el supuesto ataque, asegurando que las autoridades estadounidenses lo inventaron.
Durante su programa semanal en la televisión estatal, Cabello manifestó que la información proporcionada por EE.UU. es confusa y carece de explicación detallada, generando más dudas que certezas sobre los hechos.
En la misma línea, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, declaró que el video presentado por Estados Unidos fue fabricado con tecnología de inteligencia artificial, lo que pone en tela de juicio su veracidad y autenticidad.
Este incidente se da en el marco de un despliegue militar estadounidense en el Caribe, con el argumento oficial de combatir el narcotráfico.
Donald Trump, presidente de EE.UU., difundió en su red social Truth Social un video donde imputa a los fallecidos la pertenencia a la organización criminal conocida como Tren de Aragua, grupo que la administración estadounidense ha declarado como terrorista.
Sin embargo, desde Caracas se rechaza toda la narrativa estadounidense, poniendo en duda la existencia misma del ataque y cuestionando su motivación y las pruebas presentadas.