El Fiscal del Estado, César Jauregui, reveló que se han atendido a más de 700 familias que reclaman conocer si sus parientes muertos se encontraban en el crematorio Plenitud.
A pesar de que la cifra final podría ser de 386 los cuerpos que se encontraban apilados en las ruinosas y sucias instalaciones del negocio, el número de posibles afectados se duplicó pues la gente que perdió a alguien quiere saber si las cenizas que les entregaron en las funerarias involucradas corresponden a las de sus familiares muertos.
Mientras tanto, los trabajos de identificación han sido lentos, ya que a pesar de que algunos cuerpos tenían en sus manos o pies una cinta con sus nombres como las que ponen en los hospitales, todavía hay que verificar los datos.
Así con este paso, apenas esté fin de semana será entregado el primer cuerpo a sus familiares, identificado como Gabriel Ruiz Arango, quien tenía 60 años y murió hace un par de meses.
El sobrino de esta persona, Pedro Ruíz, acudió a la fiscalía con los documentos funerarios y con la urna que contendrían las cenizas, las cuales eran una mezcla de cal, arena y piedras.