La producción industrial en México cayó 3.6% en agosto de 2025, informó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este retroceso afectó a los cuatro sectores principales: minería, construcción, generación de energía y manufacturas.
El sector minero fue el más golpeado, con una caída de 6.8%. La construcción retrocedió 4%, la generación y suministro de energía eléctrica, agua y gas bajó 2.2%, y las industrias manufactureras descendieron 3.1%.
Por ejemplo, si una mina producía 500 mil toneladas de mineral en agosto de 2024, este año produjo aproximadamente 466 mil toneladas, mostrando claramente la baja del 6.8%.
Con cifras ajustadas por estacionalidad, la actividad industrial bajó 0.3% respecto a julio de 2025. Por componentes, la construcción cayó 2.2% y la minería 0.3%, mientras que las manufacturas crecieron 0.2% y la generación de energía subió 1.3%. Esto significa que algunos sectores avanzaron ligeramente, pero no fue suficiente para compensar las caídas de los demás.
Entre enero y agosto de 2025, la producción industrial acumuló una disminución de 1.7% frente al mismo periodo de 2024. La minería cayó 8.1%, la construcción 1.8%, la generación y suministro de energía 2.3% y las manufacturas avanzaron apenas 0.6%.
Por ejemplo, si una fábrica de automóviles produjo 500 mil autos de enero a agosto de 2024, este año produjo aproximadamente 503 mil, un crecimiento muy limitado.
El resultado de agosto confirma la debilidad del sector industrial mexicano, que ya había mostrado caídas en meses previos. Durante el primer semestre de 2025, la producción industrial descendió 1.3%, con bajas en minería, energía, construcción y manufacturas, anticipando un desempeño complicado en la segunda mitad del año.
La caída industrial se suma al entorno de desaceleración económica en México. El crecimiento del país para 2025 fue ajustado a un rango de entre 0.5% y 1.5%, por debajo de la meta oficial de entre 1.5% y 2.3%. En comparación, el Producto Interno Bruto (PIB) de México creció 1.2% en 2024, afectado principalmente por la caída del sector primario, mientras que en 2023 subió 3.1%.
Los analistas advierten que la caída industrial puede afectar empleos e inversión. Por ejemplo, si una obra de construcción deja de operar, 4 mil 500 obreros podrían quedarse sin trabajo temporalmente, y se reduciría la compra de materiales como cemento, acero y tubería.
Para revertir esta tendencia, autoridades y empresarios deberán impulsar la inversión, la innovación tecnológica y apoyos a sectores estratégicos. La recuperación dependerá de estas acciones para evitar que la desaceleración afecte también al comercio y los servicios del país.