Israel advierte a la Flotilla Global Sumud que no ingresará a Gaza

El Ministerio de Exteriores de Israel reiteró su negativa a permitir el ingreso de barcos de la flotilla a zonas de conflicto activo, ofreciendo alternativas fuera del territorio israelí

El gobierno israelí emitió un comunicado en su cuenta de X advirtiendo a la Flotilla Global Sumud que no permitirá la entrada en zonas de combate activas ni la violación de un bloqueo naval legal.

En tono irónico, el Ministerio preguntó: "¿Se trata de ayuda o de provocación?" y ofreció una alternativa: descargar la ayuda humanitaria en puertos de países vecinos fuera de Israel, desde donde podría ser transferida a Gaza de manera pacífica, siempre que la misión no tenga fines provocativos ni vínculos con Hamas.

La flotilla, compuesta por decenas de barcos con más de 500 voluntarios de 40 nacionalidades, zarparon desde España, Túnez e Italia con la intención de romper el bloqueo de Gaza.

Durante la travesía, la misión reportó al menos 13 explosiones la noche del martes, 24 de septiembre, acompañadas de enjambres de drones e interferencias en las comunicaciones, lo que generó preocupación por la seguridad de los participantes. Los organizadores calificaron la situación como alerta máxima y subrayaron la necesidad de garantizar la integridad de los voluntarios

Acusaciones de vínculos con Hamas

Israel ha sostenido que algunos integrantes de la flotilla Sumud reciben apoyo directo del grupo islamista Hamas, señalando que la operación podría tener fines políticos y no únicamente humanitarios.

Frente a esto, la flotilla respondió que cualquier ataque contra su misión constituiría crímenes de guerra y de lesa humanidad, argumentando que Israel estaría violando medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia, que exigen permitir y facilitar la entrega de ayuda humanitaria a Gaza.

La Flotilla Global Sumud representa un desafío al bloqueo marítimo israelí, mientras que Israel enfatiza la seguridad y el control de las zonas de conflicto. Esta tensión refleja el delicado equilibrio entre operaciones humanitarias internacionales y las preocupaciones de seguridad de un Estado en guerra, manteniendo la franja de Gaza como un punto crítico de conflicto y diplomacia