Las manifestaciones juveniles, que comenzaron la semana pasada en Marruecos para reclamar reformas en los sectores de sanidad y educación, prosiguieron este domingo, pese a su disminución, en una veintena de ciudades, incluyendo Rabat, donde los manifestantes exigieron la disolución del Parlamento.
En la capital marroquí, más de 100 personas participaron en una concentración frente al Parlamento y, además de corear sus habituales consignas sociales, pidieron la renuncia del jefe del Gobierno, Aziz Ajanuch y la disolución de la cámara legislativa.
Los lemas "El pueblo quiere la disolución del Parlamento", "¡Fuera Ajanuch!" y "Basta de corrupción" fueron repetidos mientras levantaban pancartas con mensajes como "Estamos cansados de una democracia falsa" y "Libertad para todos los detenidos", en referencia a los cientos arrestados en el marco de estas protestas, que siguen siendo reducidas.
Abdelnaser Ulad Abdallá, de 26 años, dijo a EFE: "esperábamos que el Gobierno cumpliera su papel en proveer servicios básicos en educación y sanidad y generar empleo, pero lamentablemente fracasó y se enfocó únicamente en desarrollar el sector privado".
Agregó que la demanda de destitución del Ejecutivo responde a su incumplimiento de las promesas en materia social.
Sobre la preferencia de la juventud por protestar en las calles en lugar de luchar desde dentro de los partidos, afirmó que no confían en las reglas del juego político actual y pidió reformas profundas que conduzcan a una "democracia real".
El movimiento GENZ212, surgido en redes sociales y que lidera estas protestas, convocó a concentraciones en 22 ciudades marroquíes, entre ellas Rabat, Casablanca, Marrakech, Agadir y Tetuán, todas transcurrieron en un ambiente tranquilo.
Las autoridades marroquíes prohibieron inicialmente las manifestaciones, lo que derivó en episodios de violencia que causaron tres muertos, cientos de heridos y significativos daños materiales en propiedades públicas y privadas.