Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de mil millones de personas en todo el mundo padecen algún trastorno de salud mental, como ansiedad o depresión
Estas condiciones no solo afectan la vida diaria de quienes las padecen, sino que también tienen un impacto económico enorme, tanto en atención médica como en pérdida de productividad.
La OMS alerta que, aunque algunos países han avanzado en políticas y programas de salud mental, la inversión y la acción siguen siendo insuficientes.
Garantizar la atención en salud mental debe ser un derecho, no un privilegio, señala el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus
Datos clave: World Mental Health Today
Ejemplo: Una persona que deja de trabajar varias semanas por depresión no solo enfrenta dificultades personales, sino que también afecta la productividad de su empresa y la economía local.
Datos clave: Mental Health Atlas 2024
Ejemplo: En países con pocos recursos, menos del 10 % de quienes necesitan atención por psicosis reciben tratamiento, mientras que en países ricos, más de la mitad sí lo obtiene
Por otro lado, se han incrementado programas de prevención: salud mental en escuelas, apoyo durante emergencias y telemedicina
Llamado a la acción
La OMS insta a los gobiernos a intensificar la acción y transformar los servicios de salud mental mediante:
En pocas palabras: invertir en salud mental significa invertir en las personas, las comunidades y la economía, y es urgente hacerlo antes de que la falta de atención siga generando sufrimiento y pérdidas económicas