Para Valeria López Manzano, atleta de apnea, esta disciplina no solo es un reto físico, sino también una herramienta para manejar el estrés y la ansiedad, fortaleciendo la salud mental.
Durante los entrenamientos, que incluyen calentamiento, práctica de técnica y apnea, Valeria explica que la fase de apnea se centra en la respiración y la relajación "Yo usualmente en la parte de apnea no hablo, solo cierro mis ojos y trato de relajarme lo más que puedo? cuando ya te sumerges, tratas de estar lo más tranquila posible, justo para ahorrar oxígeno y poder hacer bien tu apnea".
La atleta señala que aprender a escuchar las señales del cuerpo, como los latidos del corazón, las contracciones musculares o el hormigueo en los brazos, ayuda a mantener la calma y controlar la ansiedad. "Cuando estás estresada vas a entrenar y eso te relaja muchísimo? tu cuerpo está estresado por no tener oxígeno y ves el resto como si no fuera un problema", comenta.
Valeria destaca que la apnea también fomenta la paciencia, la concentración y el compañerismo, mostrando cómo un deporte extremo puede convertirse en una práctica de bienestar emocional y meditación activa.