La confianza del consumidor en México tuvo un retroceso importante durante noviembre de 2025, según la información más reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México.
Los resultados provienen de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO), publicada el 5 de diciembre, una medición que sirve para saber cómo se sienten las familias respecto a su economía, algo similar a "tomar la temperatura" del ánimo financiero del país.
El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubicó en 44.2 puntos, una cifra que muestra que los mexicanos están menos optimistas que antes. En un ejemplo sencillo: si una familia el mes pasado pensaba que "las cosas iban mejorando", ahora siente que están "más o menos, pero no tan bien". Esto se reflejó en una disminución de 1.6 puntos respecto a octubre y de 3.5 puntos comparado con noviembre de 2024.
Los cinco componentes del ICC bajaron en noviembre. Las caídas más fuertes se dieron en la percepción sobre cómo estará la economía del país dentro de un año, que bajó 2.4 puntos. Esto es como cuando alguien ve que los precios suben o escucha noticias de incertidumbre y empieza a pensar: "Ojalá mejore, pero la verdad no estoy tan seguro". También cayó 2.3 puntos la evaluación de la economía actual frente a la de hace un año. Es decir, muchas personas sienten que hoy rinde menos el dinero que antes.
Uno de los indicadores más claros es la disposición para comprar bienes duraderos, como una televisión, una lavadora o muebles. En noviembre, este componente se ubicó en 30.9 puntos, una caída de 0.8 puntos. Esto se traduce en decisiones como: "Sí necesito una tele nueva, pero mejor me espero porque no sé cómo venga la economía". Es una señal de cautela en los hogares.

La ENCO también mide otros diez puntos complementarios, y varios de ellos mostraron retrocesos. Por ejemplo, la percepción sobre cómo estará la economía personal dentro de un año cayó a 55.6 puntos, lo que indica que, aunque las personas no pierden totalmente el optimismo, sí sienten más dudas. Sería como pensar: "Espero que me vaya mejor, pero no estoy segura de que realmente pase".
Uno de los retrocesos más importantes se dio en las posibilidades de ahorrar, que bajaron a 38.0 puntos, una caída de 2.9 puntos. Esto puede interpretarse como cuando una familia dice: "Antes podía guardar aunque fuera un poco cada quincena; ahora ya no me alcanza para eso". La capacidad de ahorro se ha vuelto más limitada.
En cuanto al empleo, la expectativa sobre cómo estará la situación laboral en los próximos 12 meses también retrocedió, ubicándose en 46.3 puntos, una disminución de 1.1 puntos. En la práctica, significa que más personas creen que el próximo año podría ser más difícil encontrar trabajo o mantener uno estable.
La encuesta se levanta cada mes en las 32 ciudades más importantes del país, durante los primeros 20 días, y permite entender mejor cómo piensan y sienten los consumidores sobre su economía. Aunque noviembre mostró un panorama menos optimista, estos datos ayudan a identificar las principales preocupaciones de las familias mexicanas rumbo al 2026.