Pakistán enfrenta una de las jornadas más mortales de la actual temporada de monzones, con más de 160 personas fallecidas en las últimas 24 horas debido a las intensas lluvias que azotan gran parte del país.
Las autoridades informaron que las precipitaciones torrenciales provocaron inundaciones repentinas, deslizamientos de tierra y el colapso de viviendas, principalmente en las provincias de Punjab, Sindh y Khyber Pakhtunkhwa. Entre las víctimas se encuentran decenas de niños y mujeres, mientras que cientos de personas han resultado heridas.
El Departamento Meteorológico de Pakistán advirtió que las lluvias continuarán durante los próximos días, con riesgo de desbordamiento de ríos y presas. Equipos de rescate, apoyados por el ejército, trabajan para evacuar a miles de familias de zonas bajas, aunque las operaciones se ven dificultadas por carreteras bloqueadas y la destrucción de puentes.
"Estamos ante una emergencia nacional", declaró el primer ministro Shehbaz Sharif, quien ordenó destinar ayuda inmediata para los damnificados, incluyendo alimentos, agua potable y refugio temporal. Las autoridades estiman que más de 50 mil personas han perdido sus hogares en las últimas horas.
Pakistán, uno de los países más vulnerables al cambio climático, ha sufrido en los últimos años temporadas de monzones cada vez más extremas. En 2022, inundaciones históricas dejaron más de 1,700 muertos y afectaron a un tercio del territorio nacional.
Los expertos alertan que el patrón actual de lluvias podría replicar o incluso superar aquel desastre, por lo que instan a redoblar las medidas de prevención y asistencia humanitaria.