Los millones que esconde el fútbol mexicano tras cada partido
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Los millones que esconde el fútbol mexicano tras cada partido

Por: Fernanda Rivera
CDMX
Fecha: 24-09-2025

El fútbol en México no es solo un deporte: es una pasión que une familias, barrios y generaciones.


Cada partido despierta emociones, conversaciones y celebraciones que trascienden las gradas y las pantallas.


Detrás de los goles y los cánticos existe un entramado de trabajo: policías, vendedores, entrenadores, personal de medios y patrocinadores hacen posible cada encuentro.


Pero esta fuerza cultural también tiene un rostro económico: cada boleto, cada camiseta y cada anuncio contribuyen a una industria que mueve millones y crea empleos en todo el país.


El fútbol mexicano combina emoción, tradición y negocio, convirtiéndose en una de las industrias más relevantes del país, capaz de generar ingresos, oportunidades y visibilidad internacional sin perder nunca su esencia: la pasión que se siente en cada silbatazo.


Ingresos millonarios: cómo el fútbol genera riqueza




Según el artículo "¿Cuánto dinero genera el fútbol mexicano al país?" de la Universidad Madero (UMAD), la Liga MX es una de las ligas más lucrativas y competitivas de América Latina.


En 2021, reportó ingresos aproximados de 12 mil millones de pesos, y el valor combinado de sus 18 equipos superó los 40 mil millones de pesos.




Los clubes obtienen ingresos principalmente a través de tres canales:


  • Derechos de transmisión: Son la mayor fuente de dinero. Televisoras nacionales e internacionales pagan grandes sumas para transmitir los partidos, asegurando que millones de aficionados puedan seguir cada jugada desde cualquier pantalla, ya sea televisión, computadora o teléfono móvil.


  • Patrocinios: Las marcas pagan para aparecer en camisetas, estadios y campañas publicitarias, generando un flujo constante de ingresos que sustenta la operación de los clubes.


  • Venta de boletos: Cada partido en el estadio genera ingresos directos, que se amplifican con los gastos de los asistentes en alimentos, recuerdos y transporte. Por ejemplo, un estadio con capacidad de 50 mil personas a un precio promedio de 500 pesos por boleto puede generar 25 millones de pesos en unas pocas horas, sin contar la venta de comida, mercancía o transporte.


Esta combinación de ingresos hace que los clubes con mayor éxito y visibilidad puedan reinvertir en infraestructura, jugadores y estrategias de marketing, fortaleciendo su competitividad y capacidad de crecimiento.


Infraestructura e inversión: el estadio como motor económico




Los estadios no solo son escenarios deportivos; son motores económicos.


Sirven para conciertos, eventos comerciales, ferias y otros deportes, lo que maximiza su rentabilidad. Los clubes con estadios modernos y completos pueden atraer más aficionados, turistas y patrocinadores, convirtiéndose en polos de inversión.


Club América y Monterrey son claros ejemplos según la UMAD. Su infraestructura avanzada y sus instalaciones de primer nivel fortalecen su valor económico y su visibilidad internacional.




Además, estas inversiones generan empleo adicional: desde mantenimiento y logística hasta servicios turísticos y comercio minorista en los alrededores del estadio.


El fútbol mexicano resulta atractivo para inversionistas porque combina una base estable de seguidores con un creciente interés internacional. Esto permite proyectar ganancias constantes y crear oportunidades en distintos sectores, desde marketing digital hasta turismo deportivo.


Impacto en la economía y el Mundial 2026




El fútbol influye directamente en la economía mexicana.


Según la UMAD, en el segundo trimestre de 2024, el sector de "Servicios de Esparcimiento Culturales y Deportivos y otros Servicios Recreativos" registró un Producto Interno Bruto (PIB) de 164 mil 017 millones de pesos.


Esto refleja un aumento en el consumo y la inversión en entretenimiento, y evidencia que el fútbol contribuye al dinamismo de la economía nacional.




El Mundial 2026 tendrá un impacto aún mayor. México será sede de 13 partidos, incluyendo la inauguración en el Estadio Azteca.


Se espera que la derrama económica total supere los 20 mil millones de pesos, considerando ingresos por venta de boletos, transporte, alojamiento, alimentos y servicios turísticos.


Cada partido generará un ecosistema económico que involucra desde hoteles y restaurantes hasta taxistas y comercios locales, demostrando cómo un evento deportivo puede movilizar a toda una ciudad y región.


Equipos más valiosos: concentración económica




El valor de los clubes refleja su poder económico.


Según la UMAD, Club América es el equipo más valioso del país, con un valor aproximado de 2 mil 700 millones de pesos, gracias a su marca sólida, su estadio emblemático y su plantilla reconocida internacionalmente.


Monterrey le sigue, con un valor superior a los 2 mil 200 millones de pesos, sustentado en instalaciones de primer nivel y una identidad de marca fuerte.


Estas cifras evidencian cómo el éxito en la cancha se traduce en riqueza, visibilidad y capacidad de inversión. Los clubes con menos recursos enfrentan desafíos para competir al mismo nivel, no solo en términos deportivos, sino también económicos.


Por ejemplo, la diferencia en infraestructura y patrocinio puede significar menos oportunidades para atraer jugadores de calidad o sostener programas juveniles.


Empleo: la industria más allá de los jugadores




El fútbol genera empleo directo e indirecto.


Incluye jugadores, entrenadores, personal de estadios, vendedores de productos oficiales, medios de comunicación y servicios turísticos, este dinamismo impacta distintas industrias, desde transporte y comercio minorista hasta servicios de seguridad y logística.


Un partido grande moviliza a cientos de personas, creando un efecto multiplicador en la economía local.




Sin embargo, las diferencias salariales son notorias.


Mientras los jugadores mejor pagados pueden recibir hasta 800 mil pesos mensuales, un becario o trabajador de apoyo percibe alrededor de 3,465 pesos, según Indeed México.


Administrativos y auxiliares contables ganan entre 7 mil y 16 mil pesos, mientras coordinadores de seguridad llegan a 30 mil pesos al mes.


Esto demuestra que la visibilidad en la cancha no siempre se refleja en los ingresos, y que detrás del espectáculo existe una brecha significativa en la distribución de la riqueza.




El fútbol mexicano combina emoción y economía.


Une a millones de personas y genera ingresos millonarios, pero también revela desigualdades salariales y concentración de riqueza. Cada partido es un espectáculo que moviliza dinero, empleo y atención mediática, pero también evidencia la necesidad de gestionar la industria de manera más equitativa.


Con el Mundial 2026, México tiene la oportunidad de equilibrar pasión y responsabilidad. No se trata solo de ganar partidos o títulos; se trata de lograr que la riqueza y las oportunidades se distribuyan de forma más justa, beneficiando tanto a quienes juegan como a quienes hacen posible que el fútbol siga siendo la pasión que mueve al país.


Si se logra esto, el verdadero triunfo no estará solo en el marcador, sino en la capacidad de la industria para generar impacto positivo en toda la sociedad.


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