Imagina caminar por un mercado en la Ciudad de México y escuchar un quejido. Al investigar, descubres que dentro de una bolsa cerrada, dos cachorros luchan por respirar. Sin ayuda, habrían muerto asfixiados
Estos cachorros son Puppy y Fursio, que se volvieron parte de la vida del Mercado 2 de Abril, junto al Teatro Blanquita, en el Centro Histórico. Gracias a la solidaridad de personas en situación de calle, sobrevivieron. Más tarde, la comunidad del mercado se hizo cargo: los alimentó, vacunó, esterilizó, desparasitó y registró en el RUAC, sistema que busca asegurar la tenencia responsable y evitar el abandono.
Puppy y Fursio eran perros comunitarios: vivían en la vía pública, pero eran aceptados y cuidados por vecinos. La custodia legal quedó bajo Adriana Guevara, responsable formal de su bienestar.
A nivel nacional, México tiene 23 millones de perros, de los cuales 70% vive en la calle. Más de 16 millones carecen de hogar y comida asegurada, y la mayoría son mestizos abandonados. Esto muestra que Puppy y Fursio forman parte de una crisis silenciosa y cotidiana en el país.
Lo que parecía una historia de resiliencia terminó convertido en una denuncia de irregularidades, posibles desapariciones y un cuestionamiento de fondo: ¿qué pasa con los animales que caen bajo custodia de la Brigada de Vigilancia Animal?
La mordida que cambió el rumbo
El 9 de julio de 2025, en plena actividad del mercado, ocurrió una mordida a una persona. No se pudo determinar si fue Puppy o Fursio quien mordió, pero el hecho derivó en el retiro de los dos animales.
De acuerdo con el Manual de Procedimientos Estandarizados para la Vigilancia Epidemiológica de la Rabia en Humanos (Secretaría de Salud) cuando un perro o gato muerde o araña a una persona "el animal agresor deberá permanecer bajo observación durante un periodo de 10 días consecutivos, contados a partir de la fecha de la exposición".
Ese tiempo tiene como finalidad descartar signos de rabia y garantizar que la víctima reciba la atención adecuada. El procedimiento incluye que el perro quede bajo resguardo en instalaciones oficiales o con supervisión de personal veterinario capacitado.
En este caso, las dueñas sostienen que ese procedimiento no se respetó
El procedimiento que no se cumplió
Según narró Adriana Guevara, el día de la captura hubo confusión. Primero le informaron que solo tenían a uno de los perros, pero al insistir mostró pruebas de que ambos habían sido retirados. Finalmente, reconocieron que Puppy y Fursio estaban en poder de la Brigada.
Más tarde, obtuvo el número de folio del reporte y encontró una irregularidad: aunque los perros habían sido levantados el 9 de julio, el documento estaba fechado el 10.
La información sobre qué pasó cuando los animales fueron asegurados proviene de las versiones de Mónica Garduño Ballesteros, titular de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA), y no de documentos oficiales entregados directamente a las dueñas.
Tras varias gestiones, se estableció un acuerdo formal: Adriana podría ver a los perros en una fecha determinada. Fue en ese momento cuando notó que los animales presentados no correspondían con Puppy ni Fursio
"Los conocía desde cachorros; sé perfectamente que no son mis perros. Es evidente"
Durante una reunión pactada con autoridades, Adriana Guevara señaló varias diferencias en los perros presentados:
Por eso afirmó: "Los conocía desde cachorros; sé perfectamente que no son mis perros. Es evidente."
La respuesta oficial fue que los animales presentados eran los mismos que habían sido resguardados. No hubo más explicaciones
No es un caso aislado: la historia de Canuto
El caso de Canuto muestra que lo sucedido con Puppy y Fursio podría no ser un hecho aislado.
En marzo de 2022, la asociación Mundo Patitas rescató a un perro con lesiones graves en la piel.
La mujer que lo maltrataba cedió sus derechos sobre el animal, y la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) participó en el operativo. Sin embargo, argumentando trámites pendientes, Canuto quedó bajo resguardo de la BVA.
Desde entonces comenzaron las irregularidades:
En México, se estima que 500 mil perros y gatos son abandonados cada año, y solo en CDMX se sacrifican alrededor de 10 mil perros al mes por falta de espacio y recursos
Lo que debes saber si la Brigada se lleva a tu perro
Ciudad de México
Guadalajara (Jalisco)
Monterrey (Nuevo León)
Voces que exigen respuestas
Las afectadas y asociaciones de protección animal insisten en que no se trata de casos aislados.
En la mayoría de las versiones, señalan, las irregularidades aparecen en la etapa de resguardo y entrega de los animales.
Este miércoles 10 de septiembre, a las 10:00 a. m., se realizó una protesta pacífica frente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (Liverpool 136, colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc).
Las organizadoras exigieron:
La historia de Puppy, Fursio y Canuto no termina con certezas. En los tres casos persisten dudas sobre la custodia, los protocolos aplicados y el destino final de los animales
Mientras tanto, queda una pregunta que aún no ha tenido respuesta:
Si esto pasó con ellos, ¿qué garantías tienen hoy los animales que caen bajo custodia de la Brigada de Vigilancia Animal?
*MeganoticiasMX intentó obtener la versión de la Brigada de Vigilancia Animal a través de la Plataforma Nacional de Transparencia y otros canales oficiales, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta