El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este lunes que un ataque militar de Estados Unidos contra su país sería "el fin político" de su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Sus declaraciones llegaron luego de que el mandatario estadounidense insistiera en que no descarta ninguna opción respecto a una posible intervención en territorio venezolano. Para explicar la gravedad del tema, Maduro comparó esta presión con "empujar a alguien a cometer el error más grande de su vida".
Durante su programa semanal Con Maduro+, transmitido por Venezolana de Televisión, el líder chavista aseguró que existen sectores de poder en Estados Unidos que buscan debilitar políticamente a Trump mediante dos temas: el caso del pederasta Jeffrey Epstein y la situación en Venezuela.
Según Maduro, estos grupos quieren provocar que el presidente estadounidense ordene una acción militar, algo que (dijo) arruinaría su imagen y su liderazgo. Incluso señaló que parte de esa presión proviene de personas cercanas al propio Trump, aunque admitió no poder identificar quiénes serían.
Maduro sostuvo que Venezuela enfrenta desde hace 16 semanas amenazas y "agresión psicológica", lo que ha provocado (según él) una respuesta organizada y firme del país. En este periodo, aseguró que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana se ha revitalizado, mientras que la Milicia Bolivariana ha crecido y recibe entrenamiento constante. Para que el público comprenda estas cifras, explicó que 16 semanas equivalen a casi 4 meses de tensión continua.

Durante estas semanas, la Fuerza Armada venezolana ha realizado ejercicios militares como el Plan Independencia 200, desplegado en todo el territorio. Maduro afirmó que el poder militar del país ha aumentado, aunque aclaró que no está diseñado para intervenir fuera de sus fronteras. "No buscamos invadir ni establecer bases en el exterior", declaró, al afirmar que su fuerza armada existe para proteger el territorio, los mares y garantizar el derecho del pueblo a vivir en paz.
A pesar del clima de confrontación, Maduro dijo estar dispuesto a dialogar "face to face", es decir, cara a cara, con el presidente Donald Trump. El mandatario estadounidense también señaló este lunes que está abierto a sostener conversaciones directas. Sin embargo, Trump reiteró que Maduro "no ha sido bueno con Estados Unidos" y lo acusó nuevamente de permitir que presuntos integrantes de la banda criminal Tren de Aragua lleguen a territorio estadounidense.
El presidente estadounidense también afirmó el domingo que "podría haber discusiones" con Venezuela, al señalar que el país sudamericano quiere dialogar. Además, mencionó que ya tomó una decisión respecto a las medidas que aplicará contra el gobierno de Maduro, aunque no ofreció detalles. Estas declaraciones han aumentado la especulación sobre el rumbo que podría tomar la relación entre ambos gobiernos.
En medio de este escenario, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que, a partir del 24 de noviembre, designará al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera. Washington afirma que este grupo tiene vínculos directos con altos funcionarios del gobierno venezolano, incluido Maduro, algo que Caracas rechaza totalmente y califica como "un invento".
La tensión entre ambos países continúa creciendo mientras Trump sostiene que no descarta ninguna opción y Maduro alerta sobre las consecuencias de una acción militar. Lo que ocurra en las próximas semanas será clave para entender si avanzará una vía diplomática o si aumentará el riesgo de confrontación.