El gobierno de Venezuela ha puesto en marcha una serie de entrenamientos dirigidos a la milicia nacional, integrando tanto a los miembros veteranos como a quienes recientemente se inscribieron en un proceso impulsado por el presidente Nicolás Maduro. Esta iniciativa surge como respuesta a la presencia de fuerzas militares estadounidenses en aguas cercanas al país, lo que Caracas interpreta como un cerco o agresión directa
Diosdado Cabello, ministro del Interior, anunció que las actividades de capacitación se llevarán a cabo este jueves y viernes, abarcando no solo ejercicios tácticos, sino también la organización y desarrollo de misiones específicas, aunque no reveló detalles adicionales
Durante su programa semanal en Venezolana de Televisión, enfatizó la necesidad de "unidad nacional" para enfrentar lo que calificó como ataques constantes contra la soberanía venezolana, recalcando el compromiso del presidente Maduro en liderar la defensa del territorio.
El mismo mandatario informó días atrás que más de 8 millones de venezolanos están registrados para participar en la defensa del país, en medio del aumento de tensiones con Estados Unidos. Este último justifica su despliegue en la región con operaciones contra el tráfico de drogas, situación que el gobierno venezolano cuestiona abiertamente.
Maduro aseguró que la convocatoria para incorporarse a la defensa será permanente y que las autoridades correspondientes darán a conocer los puntos de inscripción
Asimismo, anunció la creación de una nueva estructura denominada la "Unidad Comunal Miliciana de Combate", que coordinará alrededor de 15.751 bases populares de defensa integral distribuidas en todo el territorio nacional.
Esta organización servirá para reestructurar de modo flexible la participación de los millones de personas reclutadas, integrándolas en un componente especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
La puesta en marcha de estos entrenamientos se da en un momento en que Estados Unidos confirmó haber atacado en el Caribe una embarcación con supuestos narcotraficantes.
Cabello desestimó esta acción, calificándola como una invención para justificar la presión militar estadounidense en la región