El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, firmó un decreto de conmoción externa ante lo que el Gobierno denuncia como "amenazas" de Estados Unidos
Según la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, el decreto se activaría de inmediato en caso de "cualquier tipo de agresión" contra el país suramericano.
La información fue presentada durante un encuentro con el cuerpo diplomático, transmitido por Venezolana de Televisión (VTV).
Facultades especiales para la defensa del país
Rodríguez explicó que la medida otorga al jefe de Estado poderes especiales en materia de defensa y seguridad. En caso de una agresión estadounidense, Maduro podría movilizar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en todo el territorio, tomar de manera inmediata la infraestructura de los servicios públicos, la industria de hidrocarburos y empresas básicas, así como activar todos los planes de seguridad ciudadana.
Además, podría ordenar el cierre de fronteras terrestres, marítimas y aéreas para proteger la integridad territorial.
El Gobierno venezolano justifica esta acción argumentando que Estados Unidos mantiene un despliegue militar cerca de aguas venezolanas para combatir el narcotráfico, aunque Caracas denuncia que se trata de un plan para provocar un "cambio de régimen".
Rodríguez calificó las acciones estadounidenses como "una amenaza que prohíbe la Carta de las Naciones Unidas"
Protección de la soberanía y sanciones a promotores de agresión
El decreto busca proteger "la soberanía, la independencia y los intereses vitales y estratégicos" de Venezuela frente a cualquier agresión externa grave.
Además, la vicepresidenta advirtió que cualquier persona dentro o fuera del país que promueva, apoye o facilite una agresión militar sería juzgada conforme a las leyes nacionales, garantizando los derechos establecidos en la Constitución.
"Ya basta de los extremistas", enfatizó Rodríguez, señalando que la medida forma parte de los mecanismos de defensa estudiados por el Ejecutivo.
Marco constitucional y supervisión parlamentaria
La Constitución venezolana permite decretar estados de conmoción interior o exterior "en caso de conflicto interno o externo que ponga seriamente en peligro la seguridad de la nación, de sus ciudadanos y ciudadanas o de sus instituciones".
El decreto debe ser presentado dentro de los ocho días siguientes a la Asamblea Nacional o a la Comisión Delegada para su consideración y a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia para evaluar su constitucionalidad.
Con esta decisión, Venezuela busca anticiparse a posibles agresiones externas y reforzar su estrategia de defensa nacional.