El robo y contrabando de combustibles se han convertido en uno de los mayores desfalcos de la historia de México, exhibiendo la incapacidad de los últimos gobiernos para contener una red que involucra cárteles, empresas fantasma, corrupción institucional y pérdidas multimillonarias.
De acuerdo con datos de ONEXPO y PetroIntelligence, tres de cada diez litros de gasolina que se venden en el país provienen del mercado ilegal. El crimen organizado no solo roba combustible directamente de los ductos de Pemex: ahora lo importa disfrazado de aditivos como aceites o solventes, evade impuestos y lo distribuye mediante redes clandestinas que superan los 20 mil puntos de venta ilegales, casi el doble de las 13 mil gasolineras autorizadas.
El costo del huachicol: miles de millones en pérdidas
El problema del robo a ductos de Pemex se disparó hace más de una década. En el año 2000 se detectaron 155 tomas clandestinas; en 2011 ya eran 1,300; y en 2018, más de 14 mil. Lejos de controlarse, 2023 fue el segundo año con más tomas en la historia.
El impacto económico es devastador. Según el analista energético Ramsés Pech:
"A Pemex, por el robo de ductos, le está afectando entre 25 y 30 mil millones de pesos al año".
Una investigación de Meganoticias revela que, entre 2010 y 2024, se registraron más de 123 mil tomas clandestinas, lo que provocó que Pemex dejara de producir 69 millones de barriles de gasolina. Eso equivale a 11 mil millones de litros, que en el mercado habrían representado 209 mil millones de pesos.
Para dimensionar el daño: considerando la producción promedio de 2024, los 69 millones de barriles perdidos equivalen a 216 días sin producir combustibles, como si todas las refinerías del país hubieran estado detenidas durante siete meses.
Contrabando: el nuevo rostro del crimen
Más grave aún que el huachicol tradicional es el contrabando. A través de empresas fantasma, documentos falsos y corrupción institucional, los cárteles introducen combustible desde el extranjero, disfrazándolo de aceites o aditivos. El experto en energía Gonzalo Monroy advierte:
"Una vez que meten el combustible a México lo comercializan a precios mucho más bajos; es una defraudación fiscal y una práctica desleal contra quienes cumplen con la ley".
El golpe a las finanzas nacionales es enorme. En 2024, la Secretaría de Hacienda dejó de recaudar 177 mil millones de pesos por evasión fiscal, mientras que Pemex perdió 199 mil millones por combustibles que nunca vendió. Esto significa que el contrabando ya provoca pérdidas 18 veces mayores que el robo directo a ductos.
El director de PetroIntelligence, Alejandro Montúfar Helú, subraya que:
"El contrabando es un problema que existe desde la reforma energética? Desde el sexenio pasado ya teníamos estimaciones de pérdidas de más de 800 mil millones de pesos".
El crimen organizado detrás del negocio
El contrabando y el robo de combustibles no son operaciones aisladas: involucran redes criminales, operadores políticos y empresas fachada.
Una investigación del periodista Miguel Badillo reveló que el decomiso de 3 millones de litros en Tabasco expuso una red de 12 empresas ligadas al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezada por Baltazar Higinio Reséndez Cantú, exoperador financiero del exgobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca.
Además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a los hermanos Morfín y a otros nueve mexicanos, señalando 26 empresas, entre ellas 11 gasolineras fachada.
A pesar de esto, en México hasta agosto de 2025 no había un solo detenido.
Un problema que el gobierno no controla
En 2025, el gobierno federal lanzó operativos y decomisó más de 50 millones de litros de combustible ilegal, pero la red de corrupción se mantiene intacta.
El vicepresidente de ONEXPO Puebla, José Manuel Sánchez Rojo, advierte:
"Es importante verificar la trazabilidad: que los buques traigan los permisos correctos y que el producto reportado sea el que realmente traen. Esto es un gran avance, pero insuficiente".
La trazabilidad ?una bitácora que permite seguir la ruta del combustible desde la refinería hasta la gasolinera? es la principal apuesta para combatir la crisis. Estados Unidos ya implementó este sistema con éxito, como explica Ramsés Pech:
"Estados Unidos hizo lo que México está intentando: trazar el recorrido del combustible y determinar quién lo vende y cómo lo vende. Si no lo hacemos, Pemex y la CFE tendrán cada vez menos acceso a financiamiento".
Lo más grave: contrabando desde la Secretaría de Marina
?En septiembre de 2019, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador prometía el fin del huachicol:
"No podemos permitir el huachicol ni arriba ni abajo? Dijimos, se acaba el huachicol, no fue fácil" (AMLO, 2019).
Pero mientras proclamaba victoria, en la Marina se gestaba una de las redes de corrupción más graves de los últimos años, encabezada por Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, sobrinos políticos del entonces secretario José Rafael Ojeda Durán.
El escándalo estalló en 2025, tras el decomiso de 52 millones de litros de combustible ilegal y la detención de cinco marinos activos, un marino retirado, tres empresarios y cinco exfuncionarios de aduanas.
Sin embargo, nadie mencionó los lazos familiares con Ojeda; al contrario, funcionarios como Omar García Harfuch y el fiscal Alejandro Gertz Manero lo elogiaron públicamente por "colaborar con la investigación".
La actual presidenta, Claudia Sheinbaum, fue categórica:
"Cuando se encuentra un entramado de corrupción y de ilícitos, lo que hay que hacer es cero impunidad y detener a todos los involucrados" (Sheinbaum, 2025).
De acuerdo con PetroIntelligence, durante el sexenio de AMLO las pérdidas superaron los 800 mil millones de pesos. Y, aunque López Obrador afirmó que "el presidente de México se entera de todo", la red de contrabando más grande en la historia del país operó desde las entrañas de la Marina, mientras el gobierno sostenía que el huachicol estaba controlado.
La tragedia humana y el riesgo permanente
Más allá de las pérdidas económicas, el huachicol ha dejado decenas de tragedias. La más grave ocurrió en Tlahuelilpan, Hidalgo, en 2019, cuando una explosión en una toma clandestina dejó 137 personas muertas.
El capitán Luis Fernando Terán, de la XXV Zona Militar, confirma que las fuerzas armadas y Pemex continúan sellando tomas clandestinas cada semana:
"Se localizó una toma clandestina? Personal militar, en coordinación con la Guardia Nacional, resguarda el área y Pemex realiza el sellado y la cancelación".
Una sangría que no se detiene
Los números son claros:
La combinación de robo, contrabando y corrupción es una bomba financiera y de seguridad nacional. Cada litro de combustible ilegal fortalece al crimen organizado, debilita a Pemex y desangra las finanzas del país.