La presidenta de México informó este lunes que Mexicana de Aviación y otras aerolíneas nacionales acordaron ceder algunos horarios de despegue y aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez (AICM) a compañías estadounidenses, en medio de la presión del Gobierno de Estados Unidos por la distribución actual de vuelos.
La decisión llega después de que Washington advirtiera posibles sanciones si México no ajustaba el reparto de operaciones aéreas.
El conflicto comenzó en octubre, cuando el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) revocó trece rutas de aerolíneas mexicanas con destino al territorio estadounidense. Según esa dependencia, México habría incumplido los términos del acuerdo bilateral de transporte aéreo, lo que abrió una tensión directa entre ambos países en materia de aviación comercial.
La mandataria explicó que recientemente se llevó a cabo una reunión con el DOT, donde México insistió en la importancia de que las aerolíneas estadounidenses operen tanto en el AICM como en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). El objetivo, señaló, es equilibrar la carga aérea y consolidar ambos aeropuertos como parte de un sistema metropolitano único que reparta mejor las operaciones.
De acuerdo con la presidenta, el Gobierno mexicano busca que Estados Unidos reconozca la necesidad de impulsar los dos aeropuertos sin privilegiar a uno sobre otro.

Aseguró que no se trata de enfrentar al AICM con el AIFA, sino de lograr que ambos tengan suficientes vuelos, incluyendo operaciones de aerolíneas estadounidenses, para fortalecer la competencia y mejorar el servicio en la región.
El Gobierno confirmó que, desde hace semanas, se aplicó una redistribución de "slots" en el AICM. Como parte del proceso, aerolíneas mexicanas (incluida Mexicana de Aviación) cedieron espacios a empresas de Estados Unidos "dentro de un marco de competitividad", de acuerdo con fuentes del sector.
Sin embargo, aún no se ha dado a conocer el número de horarios que serán reasignados o devueltos, ya que esa información corresponde directamente al AICM y a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes.
La presidenta adelantó que en 2026 comenzará a operar un nuevo sistema digital de gestión de "slots" que buscará dar mayor transparencia, orden y equidad en la asignación. Con esta herramienta, México pretende asegurar que la distribución de horarios cumpla con los acuerdos firmados tanto con Estados Unidos como con aerolíneas de otras regiones del mundo.
Respecto al funcionamiento del AIFA, la mandataria señaló que las aerolíneas de carga que operan desde ese aeropuerto han expresado satisfacción con su desempeño. Explicó que ha sostenido reuniones directas con empresas cargueras para escuchar sus necesidades y afirmó que, en general, existe un buen ambiente entre los operadores.
Con estos ajustes, el Gobierno mexicano espera reducir la tensión con Estados Unidos, fortalecer la competencia aérea y avanzar hacia una integración más eficiente entre los dos aeropuertos más importantes de la zona metropolitana.