Durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, condenó los recientes ataques del Ejército de Israel en la Franja de Gaza.
Aunque su postura fue firme en rechazar la violencia, evitó responder si su gobierno considera romper relaciones diplomáticas con el Estado israelí.
"No estamos de acuerdo (con la violencia). Lo primero, condenamos. Lo segundo, nosotros lo que buscamos es la paz y es la política exterior de nuestro país", declaró Sheinbaum al ser cuestionada sobre el conflicto. Aclaró que, por ahora, la Secretaría de Relaciones Exteriores se mantiene enfocada en promover soluciones pacíficas.
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 54 mil personas han muerto en Gaza, según cifras del Ministerio de Sanidad local. A esta cifra se suman casi 1.9 millones de personas desplazadas a consecuencia de la ofensiva militar israelí, que ha restringido severamente las zonas seguras dentro del territorio.
Sheinbaum mencionó que México sigue impulsando propuestas de paz, como lo hizo el expresidente Andrés Manuel López Obrador, especialmente en los casos de Ucrania y Palestina. Actualmente, el canciller Juan Ramón de la Fuente encabeza los esfuerzos diplomáticos para promover un cese al fuego en Gaza.
El conflicto ha cobrado mayor visibilidad en América Latina, donde gobiernos como los de Bolivia, Colombia, Chile y Brasil han adoptado posturas más críticas hacia Israel. En contraste, México ha optado por mantener una política de neutralidad, una decisión que ha generado debate tanto a nivel nacional como internacional.
La postura de Sheinbaum ha llamado la atención, no solo por su cargo como jefa de Estado, sino también por su origen judío, aunque no practicante. Esto ha generado expectativas en torno a su posible influencia sobre la relación de México con Israel.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sugirió que podría haber avances en las negociaciones indirectas con Hamás para alcanzar un alto al fuego, aunque su oficina aclaró que no hay un acuerdo concreto por ahora.
México continúa observando el conflicto con cautela. Si bien ha condenado los bombardeos y prioriza el diálogo como vía diplomática, no ha dado señales de modificar su relación con Israel en el corto plazo.