El Senado mexicano ratificó este jueves el Tratado Global de los Océanos, un acuerdo internacional que busca proteger la vida marina en alta mar y que podría transformar el futuro de los ecosistemas marinos.
Con esta decisión, México se convierte en uno de los 60 países necesarios para que el tratado entre en vigor a nivel mundial.
El tratado tiene como objetivo proteger el 30% de los océanos para el año 2030, cumpliendo con la meta 30x30 acordada en la COP15 de la Convención de Diversidad Biológica. Para Greenpeace México, este paso es histórico, pues llega después de más de 20 años de negociaciones. "Estamos más cerca de que se protejan efectivamente estos ecosistemas", celebró Ornela Garelli, representante de la organización.
La ratificación no se queda en el papel: debe ser enviada ahora a la presidenta Claudia Sheinbaum para su publicación en el Diario Oficial de la Federación y luego será validada ante la ONU. Esto permitirá que el tratado tenga carácter vinculante a nivel internacional, impulsando acciones concretas para la conservación marina.
Aunque el acuerdo se enfoca en aguas internacionales, los beneficios también alcanzan a los ecosistemas dentro del territorio mexicano. Según Greenpeace, los océanos funcionan como un sistema interconectado, por lo que proteger zonas lejanas también favorece la salud de nuestros mares y costas.
Este avance se suma a otras medidas recientes, como la reforma a la Ley General de Vida Silvestre que prohíbe el uso de mamíferos marinos en espectáculos, y el Programa Nacional de Restauración Ambiental 2025?2030, que pretende recuperar el 30% de los ecosistemas degradados del país en los próximos cinco años.
Actualmente, México protege alrededor del 22% de sus áreas marinas, pero la comunidad científica recomienda como mínimo un 30%. Greenpeace considera que aunque hay avances, todavía se deben redoblar esfuerzos para alcanzar esa meta y asegurar la protección a largo plazo.
Hoy, menos del 1% de la alta mar está debidamente protegida. Para cumplir con el objetivo 30x30, se necesitan conservar cada año cerca de 11 millones de kilómetros cuadrados de océano. La ratificación por parte de México representa un paso firme hacia ese futuro más sostenible para el planeta.