La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó este lunes que al menos 1,083 mexicanos han sido detenidos en Estados Unidos durante los últimos cuatro meses a raíz del endurecimiento de las redadas migratorias.
La mandataria exigió al Gobierno estadounidense un cambio de enfoque en el trato a la comunidad migrante.
"Del 6 de junio, cuando se intensificaron las redadas, al 5 de octubre, son 1,083 mexicanos que han sido detenidos", señaló Sheinbaum durante su conferencia matutina. Según la presidenta, todos los connacionales detenidos están siendo atendidos por la red consular mexicana, y algunos ya han sido deportados.
La gobernante reiteró su rechazo a las acciones de las autoridades migratorias de Estados Unidos y aseguró que estas medidas afectan de manera directa a familias y comunidades. "Nosotros estamos en contra de estas redadas que se han estado haciendo a nuestros compatriotas y a otras nacionalidades", enfatizó.
Sheinbaum defendió el papel de los migrantes mexicanos en la economía estadounidense y criticó los discursos que los criminalizan. "Los mexicanos y mexicanas que están en Estados Unidos son trabajadores. Si hay alguien que cometió un delito, pues tiene que revisarse. No son criminales. Son trabajadores y trabajadoras que han sacado adelante la economía de Estados Unidos y son necesarios para la economía de Estados Unidos", dijo.
La presidenta también hizo un llamado al Gobierno del presidente Donald Trump para que busque alternativas a la persecución migratoria y no se base únicamente en operativos punitivos. "Tiene que buscarse otro esquema por parte del Gobierno de Estados Unidos", indicó.
Sheinbaum recordó a los connacionales que pueden acercarse a los consulados mexicanos para recibir asistencia en caso de detención o problemas relacionados con la migración. "A nuestros compatriotas les decimos que se acerquen a los consulados, que siempre, siempre van a ser atendidos", concluyó.
Las declaraciones se dan en un contexto de aumento de operativos migratorios en varios estados estadounidenses, particularmente en zonas fronterizas y en lugares de trabajo, donde se han intensificado las revisiones y detenciones de personas sin estatus migratorio regular.
Organizaciones defensoras de migrantes han advertido que estas redadas afectan la vida laboral y familiar de miles de mexicanos, y han pedido medidas que prioricen la protección de los derechos humanos de los trabajadores.