A partir de este viernes, 27 de junio, México ha puesto en marcha un sistema destinado a impedir la entrada al país de productos fabricados mediante trabajo forzado, incluyendo el trabajo infantil
El nuevo mecanismo permite a cualquier persona presentar solicitudes de investigación sobre posibles casos de trabajo forzado a través de la Ventanilla Digital Mexicana de Comercio Exterior (Vucem), en un apartado especial gestionado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Una vez recibida una solicitud, la STPS inicia un proceso para determinar si los bienes señalados han sido elaborados total o parcialmente bajo condiciones de trabajo forzoso u obligatorio, incluyendo el trabajo infantil.
Aunque el mecanismo legal para restringir importaciones hechas con trabajo forzoso existe desde mayo de 2023, este viernes inició formalmente el funcionamiento de su plataforma digital dentro de la VUCEM, lo que permitirá a cualquier persona presentar solicitudes de investigación de forma directa, transparente y en línea.
La implementación de este sistema se fundamenta en el Acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación el 17 de febrero de 2023, que establece qué mercancías requieren regulación especial por parte de la STPS para su importación
Además, responde a las obligaciones adquiridas por México en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), específicamente en el artículo 23.6 del capítulo laboral, donde los tres países se comprometieron a erradicar todas las formas de trabajo forzoso y prohibir la importación de productos fabricados bajo estas condiciones.
Con esta acción, México se suma a la tendencia internacional de fortalecer los controles sobre la procedencia de los bienes que ingresan a su territorio, alineándose con países que han adoptado políticas comerciales basadas en el respeto a los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores, como Estados Unidos y Canadá
La puesta en marcha de este mecanismo no solo contribuye a la protección de sectores vulnerables, sino que también busca garantizar que las cadenas de suministro globales sean más justas y transparentes.
A nivel internacional, la preocupación por el trabajo forzado ha crecido en los últimos años, impulsando a gobiernos y organismos multilaterales a endurecer regulaciones y exigir mayor transparencia a las empresas
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), millones de personas en el mundo aún son víctimas de trabajo forzado, por lo que medidas como la adoptada por México resultan fundamentales para avanzar hacia la erradicación de estas prácticas.
Así, el Gobierno mexicano ofrece a la ciudadanía y a las empresas herramientas concretas para denunciar y prevenir la entrada de productos asociados a la explotación laboral, reforzando su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos internacionales y la defensa de los derechos fundamentales.