México rechaza aranceles de 50% al acero y aluminio
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó como "injusta" y "sin sustento legal" la decisión del gobierno de Estados Unidos de aumentar del 25% al 50% los aranceles al acero y aluminio importados, medida que entró en vigor este miércoles 4 de junio.
La mandataria señaló que este incremento representa una afectación directa para la industria mexicana y que buscará llegar a un acuerdo con Washington.
Durante su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum explicó que esta acción se justifica en Estados Unidos por motivos de seguridad nacional, algo que, desde su perspectiva, no tiene lógica. "Hay un tratado comercial entre ambos países y, además, la vocera de la Casa Blanca dijo ayer que hay buena colaboración con México, incluso en temas de seguridad. Entonces no creemos que tenga sustento", subrayó.
La presidenta insistió en que la medida es "insostenible", ya que, al igual que muchas autopartes, el acero y el aluminio también circulan entre ambos países de forma constante. "Así como nosotros exportamos, también importamos", recalcó, al considerar que esta nueva política afectará a la cadena de valor compartida entre ambas naciones.
Sheinbaum anunció que este miércoles sostendrá una reunión con representantes de las cámaras industriales del sector y que el viernes el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se reunirá con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, con el objetivo de llegar a un entendimiento que evite mayores afectaciones económicas.
La mandataria advirtió que si no se logra un acuerdo con Estados Unidos, su gobierno dará a conocer medidas de respuesta en los próximos días. "Nuestra responsabilidad es proteger el empleo y a la industria del acero y el aluminio. El arancel del 50% representa una afectación muy grande", afirmó. Recordó que con el arancel previo del 25% ya había problemas, aunque se habían enfrentado con la reducción de importaciones desde otras regiones del mundo.
Este aumento en los aranceles no solo afecta a México. También impacta a países como Canadá, principal proveedor de estos metales a Estados Unidos, así como a Brasil, Corea del Sur, Vietnam y China, que es el segundo país que más aluminio vende a la economía estadounidense.
El presidente Donald Trump defendió la medida al señalar que los gravámenes del 25% ayudaron a mantener los precios del mercado nacional, pero no han sido suficientes para que las industrias del acero y aluminio en su país alcancen niveles óptimos de producción. Según el mandatario, es necesario fortalecer estas capacidades para cumplir con las exigencias de defensa nacional.
