La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó de manera categórica las acusaciones hechas por Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, quien la responsabilizó de incitar las protestas violentas de migrantes mexicanos en Los Ángeles, California
Sheinbaum calificó estas imputaciones como "completamente falsas" y reiteró su condena a cualquier tipo de violencia, subrayando que siempre ha promovido manifestaciones pacíficas y el respeto a la ley.
En respuesta a las declaraciones de Noem, Morena y sus aliados en el Senado mexicano emitieron un pronunciamiento en apoyo a Sheinbaum, defendiendo su postura pacífica y rechazando la idea de que el gobierno mexicano esté detrás de movilizaciones violentas en territorio estadounidense.
Argumentaron que México ha sufrido durante décadas la violencia y que la administración actual se guía por principios de diálogo, respeto y solución pacífica de conflictos, no por la provocación o la violencia.
El vicecoordinador de Morena, Ignacio Mier, destacó la prudencia y la inteligencia con la que Sheinbaum ha manejado las relaciones, especialmente con Estados Unidos, país donde residen más de 38 millones de personas de ascendencia mexicana
Insistió en que el gobierno estadounidense, con su avanzado sistema de inteligencia, sabe que la mandataria mexicana no está involucrada en las protestas.
Por su parte, el senador Juan Carlos Loera también rechazó las acusaciones y recordó que Sheinbaum ha hecho llamados explícitos al respeto de la soberanía estadounidense y a la pacificación de cualquier conflicto.
Por su parte, el líder del PRI, Alejandro Moreno, señalaron que la política exterior debe ser seria y no confundirse con actos políticos internos, y rechazaron la incitación a movilizaciones.
La controversia se da en un contexto de fuerte tensión entre México y Estados Unidos, agravada por las redadas migratorias ordenadas por el expresidente Donald Trump en Los Ángeles, que han provocado enfrentamientos entre comunidades migrantes y autoridades del ICE
Kristi Noem defendió el despliegue de la Guardia Nacional y marines para contener las protestas, afirmando que estas fuerzas están entrenadas para proteger a las autoridades y garantizar la seguridad en la zona.
La funcionaria estadounidense insistió en que, aunque el derecho a la protesta pacífica está garantizado, la violencia observada no es aceptable ni será tolerada en Estados Unidos.
Sheinbaum, por su parte, ha expresado su rechazo a las redadas migratorias y ha defendido a los mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos, destacando su contribución a la economía de ambos países.