La llegada de los robotaxis operados por la empresa Waymo a la ciudad de Nueva York ha encendido una fuerte controversia
La Federación de Taxistas, que representa a cerca de 200,000 chóferes, entre ellos quienes manejan los icónicos taxis amarillos, lanzó una advertencia contundente: si no se detienen de manera inmediata estas pruebas, paralizarán la ciudad.
Fernando Mateo, portavoz de la Federación, calificó estos vehículos autónomos como "un cáncer que hay que erradicar", señalando que existen al menos un millón de personas que dependen directa o indirectamente del trabajo de los taxistas en la ciudad.
Desde este lunes, Waymo comenzó a operar cinco unidades de robotaxis en áreas de Manhattan y Brooklyn, gracias a permisos otorgados por la ciudad en modalidad de prueba.
Estos automóviles, propiedad de Alphabet, matriz de Google, deben contar obligatoriamente con un conductor capacitado al volante, según exige la legislación estatal, lo que marca una diferencia con otras ciudades que permiten operar de forma totalmente autónoma.
Esta medida busca garantizar que, en caso de emergencia, haya una persona capaz de tomar control inmediato, algo que la Federación señala como fundamental para enfrentar el complicado y caótico tráfico neoyorquino
Mateo destacó que el tráfico de Nueva York es el más denso e impredecible en todo el país, con una mezcla constante de escolares, adultos mayores, servicios de emergencias, policías y repartidores que dependen de la capacidad humana para reaccionar rápido y salvar vidas. Insistió en que ningún algoritmo puede replicar esa capacidad, lo que describe como un riesgo para la seguridad pública si se permite que los robotaxis circulen sin restricciones.
En respuesta a la preocupación, la Federación anunció que en caso de no detener las pruebas de Waymo, los taxistas dejarán de laborar en los cinco condados, lo que representaría un paro masivo del transporte que paralizaría a la ciudad.
Los choferes se manifestaron con carteles que decían "No a Waymo" y "Waymo no es bienvenido aquí", dejando claro su rechazo frontal a una tecnología que consideran amenaza su modo de vida.
Waymo ya opera vehículos similares en ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Phoenix, y a través de Uber en lugares como Austin y Atlanta.
El plan para 2026 incluye ampliar sus servicios a Washington DC. Sin embargo, su llegada a Nueva York enfrenta una fuerte resistencia, en gran parte por el temor a la pérdida masiva de empleos y la seguridad vial, temas que han quedado en el centro del debate público en la metrópoli