Con el objetivo de crear condiciones laborales más seguras y un entorno más limpio, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) implementará en México un proyecto financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), destinado a reducir las emisiones de mercurio derivadas de la producción de metales no ferrosos como el cobre, el plomo y el zinc.
Este esfuerzo busca proteger tanto la salud de los trabajadores como la de las comunidades cercanas a zonas mineras, donde la exposición al mercurio representa una amenaza seria.
El mercurio es una sustancia altamente tóxica que puede causar múltiples daños al organismo
La exposición prolongada afecta los riñones, el sistema nervioso y la piel.
Entre los síntomas más comunes se encuentran temblores, falta de coordinación, problemas de visión, audición, memoria y aprendizaje, así como dolores de cabeza y alteraciones en el estado de ánimo.
El proyecto durará seis años y en México será coordinado por la Semarnat. Su objetivo es mejorar las normas, usar tecnologías más limpias y fomentar prácticas más seguras y sostenibles en el sector de la minería no ferrosa
La minería no ferrosa, es la extracción de minerales y metales que no contienen hierro en cantidades significativas.
Estos minerales son escenciales en industrias como la electrónica, la construcción, la automotriz, la aeroespacial y la producción de baterías (por ejemplo, litio y cobalto para batería de vehículos eléctricos).
El proceso para la extracción de minerales es mediante métodos como minería a cielo abierto, subterránea o lixiviación, dependiendo del tipo de yacimiento.
Este tipo de extracción puede generar impactos ambientales como: contaminación del agua, deforestación y emisiones de carbono, por lo que se está buscando implementar prácticas más sostenibles