La industria de la construcción en el municipio de La Paz ha experimentado un crecimiento acelerado en los últimos años, con más de 3,500 licencias de construcción otorgadas entre 2018 y julio de 2024, según datos del observatorio ciudadano "Cómo Vamos La Paz".
Gabriela Ramírez, coordinadora del programa Territorio en dicho observatorio, detalló que el mayor número de permisos se concentra en la ciudad de La Paz, aunque Todos Santos se ha convertido en el segundo punto con mayor presión inmobiliaria. "Nosotros tenemos registrado más de 3,500 licencias de construcción desde 2018 hasta julio del 2024. Un alto porcentaje, más del 50%, está destinado al menos en el papel a viviendas o departamentos", explicó.
Sin embargo, Ramírez advirtió que existe una discrepancia entre el uso autorizado y el uso real de estas construcciones, ya que muchas de las edificaciones aprobadas como "viviendas" terminan operando como hospedajes turísticos, especialmente en zonas de alta demanda como Todos Santos.
El fenómeno, según el observatorio, tiene implicaciones directas en el consumo de servicios básicos y en la dinámica urbana de las comunidades. A diferencia de una vivienda habitada por residentes locales, los inmuebles destinados al turismo vacacional aunque se autoricen como departamentos generan un consumo distinto de agua, energía y residuos. "El consumo y funcionamiento es muy diferente al de una vivienda habitada por una familia. En realidad funcionan más como hospedajes turísticos que como casas", afirmó Ramírez.
Además del uso encubierto de estos espacios, el observatorio señala la existencia de una práctica común entre desarrolladores: construir primero y pedir permiso después. Uno de los ejemplos más notorios es el proyecto "Palmoral" en Todos Santos, donde según Ramírez los constructores inician las obras sin contar con todos los permisos requeridos, y posteriormente buscan una regularización de la construcción ante las autoridades. "Es una vieja práctica: primero construyen y después piden regularización. Es como pedir perdón y no permiso", criticó.
Ante este panorama, desde "Cómo Vamos La Paz" se hace un llamado a fortalecer la supervisión gubernamental, actualizar los marcos normativos, y garantizar que las construcciones se desarrollen de manera transparente, respetando el uso autorizado y evitando que se conviertan en una carga adicional para los ecosistemas y comunidades locales.