El conflicto entre Israel e Irán alcanzó un nuevo nivel este viernes, luego de que las fuerzas israelíes lanzaran el ataque más grande hasta ahora contra instalaciones militares y nucleares iraníes.
La ofensiva, que inició a las 03:00 horas locales, ha dejado un saldo de más de 70 civiles muertos y varios altos mandos militares iraníes fallecidos, entre ellos el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salamí, y el jefe del Estado Mayor, Mohamad Hosein Baqerí.
Ante el ataque, Irán ha prometido una respuesta "proporcionada y decisiva". El nuevo comandante de la Guardia Revolucionaria, Mohammad Pakpur, advirtió que "las puertas del infierno se abrirán pronto para los sionistas", mientras que el presidente Masud Pezeshkian prometió una represalia que hará "que el enemigo se arrepienta". Teherán ya respondió con drones, pero fueron interceptados antes de llegar a territorio israelí.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de emergencia este mismo viernes, aunque no se espera una resolución formal. La comunidad internacional observa con preocupación el riesgo de que esta escalada desemboque en un conflicto de mayor alcance en Medio Oriente. El Comité Internacional de la Cruz Roja advirtió que una mayor confrontación puede tener consecuencias "devastadoras" para la región.
Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump aseguró que Israel actuó de forma unilateral, aunque admitió que su país fue informado previamente. En un mensaje directo a Teherán, Trump advirtió que "esto sólo puede empeorar" y elogió el poderío militar estadounidense, mientras sigue pidiendo a Irán llegar a un acuerdo sobre su programa nuclear.
Israel ha intentado justificar el ataque ante la comunidad internacional señalando que el desarrollo nuclear iraní representa una amenaza también para Europa. Según su embajador en Italia, Irán ya tiene capacidad para atacar ciudades como Roma, París o Londres. En ese contexto, el país busca reforzar alianzas y apoyo internacional.
El impacto de los ataques no se ha limitado al plano político. En los mercados, el precio del petróleo intermedio de Texas subió 8.63%, alcanzando los 73.91 dólares por barril, lo que ha generado alarma entre los analistas financieros. En Europa, el euro también cayó ante la aversión al riesgo.
Empresarios italianos estiman que el ataque de Israel provocará un gasto adicional de 11 mil millones de euros para pequeñas y medianas empresas, debido al alza en el costo del gas y el petróleo. Especialistas en energía temen que Irán pueda responder atacando infraestructura energética en la región, lo que interrumpiría el suministro global de crudo.
La situación sigue siendo muy tensa y no se descarta una nueva fase del conflicto. Mientras tanto, las miradas del mundo se centran en lo que ocurra en las próximas horas, ya que tanto Israel como Irán han dejado claro que no retrocederán fácilmente.