La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, solicitó este lunes a Estados Unidos que la decisión de abrir o cerrar la frontera al ganado mexicano no sea discrecional, sino basada en criterios técnicos, luego del brote de la plaga del gusano barrenador en el estado de Nuevo León.
Durante su conferencia de prensa, Sheinbaum señaló que ambos gobiernos acordaron que la determinación se hará con base en indicadores técnicos. "Eso es lo que está por definirse en unos días", afirmó la mandataria, en referencia al próximo dictamen de las autoridades estadounidenses.
La presidenta recordó que un equipo de la Secretaría de Agricultura de Estados Unidos estuvo en México durante varias semanas para evaluar las medidas de control implementadas en el país contra la plaga. Según Sheinbaum, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué, informó que se están cumpliendo todas las acciones necesarias para evitar una mayor propagación del gusano barrenador.
México es uno de los principales proveedores de ganado bovino en pie hacia Estados Unidos, con exportaciones que superan 1 millón de cabezas al año.
El cierre parcial de la frontera ha generado pérdidas por 1,300 millones de dólares, según datos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA). Hasta ahora, se han interrumpido al menos 650 mil cabezas de ganado destinadas al vecino país.
Ante esta situación, a principios de septiembre, Sheinbaum detalló que el Gobierno mexicano diseñó un esquema de respaldo para mitigar el impacto económico del cierre, vigente desde julio. Este programa está dirigido inicialmente a ganaderos de Sonora, Coahuila y Durango, con recursos por 2 mil 181 millones de pesos.
De esta cifra, cerca de 600 millones de pesos serán aportados directamente por el Gobierno federal como inversión no reembolsable. El resto del programa se financiará con aportaciones de los estados y créditos para la engorda de animales y la construcción de centros de producción.
El CNA ha destacado la importancia de mantener la frontera abierta bajo criterios técnicos, ya que la industria ganadera mexicana depende en gran medida de las exportaciones hacia Estados Unidos. Las decisiones que se tomen en los próximos días serán clave para evitar mayores pérdidas económicas.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas continúan implementando medidas de control sanitario y vigilancia para contener el brote de gusano barrenador y proteger la producción ganadera del país, en coordinación con los organismos internacionales.