Platillos mascogos: herencia afro que resiste al olvido

De acuerdo con el INAH, la historia de los mascogos en México es distinta a la de otras poblaciones afrodescendientes del país. Su llegada a Coahuila ocurrió en el siglo XIX, tras desplazamientos que iniciaron desde la Florida española, hoy sureste de Estados Unidos

Ese territorio funcionó como refugio para personas que escapaban de la esclavitud y donde se tejieron alianzas con grupos seminoles.

Entre 1843 y 1850 comenzaron a llegar kikapúes, seminoles y mascogos, quienes buscaron seguridad y tierra en el norte de México, donde el gobierno les permitió asentarse como guardafronteras.

Cocinar para resistir

Según explicó Yesenia Peña, los mascogos trajeron consigo técnicas, utensilios y memorias culinarias: cocinar a ras de tierra, usar calderos de fierro fundido y preparar alimentos rituales como el caldo de espinazo de chivo, presente en los sepelios junto al capeyuye, un canto espiritual a capela.

Su cocina conserva platillos como el soske, el tetapún, el domplet y empanadas hechas a doble fuego, saberes que han sobrevivido de generación en generación.

Hoy, la cocina mascoga integra recetas ancestrales con tradiciones del noreste del país. El INAH destaca que esta herencia también impulsa proyectos comunitarios en Múzquiz, Coahuila, desde la cocina tradicional hasta la elaboración de artesanías.

Visibilizarla, subrayó Peña, es una forma de reclamar memoria, dignidad y el lugar activo de los mascogos dentro de la historia afrodescendiente y de la cultura mexicana.

Los mascogos en México

Los mascogos son un grupo afrodescendiente originario de Estados Unidos, descendiente de personas esclavizadas que escaparon de las plantaciones del sur entre los siglos XVII y XVIII. Muchos se refugiaron en la Florida española, donde pudieron vivir en libertad y se integraron con el pueblo indígena seminola, formando comunidades conocidas como seminolas negros.

Durante el siglo XIX, con la expansión de Estados Unidos y el endurecimiento de las políticas racistas, fueron perseguidos y obligados a desplazarse tras las Guerras Seminolas y la aplicación de la Ley de Remoción India, un proceso marcado por marchas forzadas, violencia y muerte.

En 1850, cerca de 300 mascogos, encabezados por John Horse (Juan Caballo), cruzaron el Río Bravo y se establecieron en El Nacimiento de los Negros, en Coahuila, atraídos por la abolición de la esclavitud en México y el apoyo del gobierno mexicano. Aunque algunos regresaron temporalmente a Estados Unidos para servir en el ejército, muchos volvieron al no cumplirse las promesas hechas.

Hoy, la comunidad enfrenta problemas como la migración y la escasez de recursos, pero mantiene vivas sus tradiciones y su memoria histórica, como la celebración del Juneteenth, que conmemora el fin de la esclavitud en Texas