En los últimos años, la cultura fitness ha dejado de ser simplemente una moda para convertirse en un auténtico estilo de vida para millones de mexicanos.
Más allá de solo ir al gimnasio o levantar pesas, el fitness hoy en día representa una búsqueda consciente de la salud física y mental, basada en un equilibrio integral que impacta positivamente en la calidad de vida.
Pero, ¿Cómo nació esta cultura en México? ¿Qué la ha impulsado a crecer tanto y cómo disciplinas como el pilates han contribuido a su popularidad?
Para responder a estas preguntas, es necesario explorar su evolución histórica, sus fundamentos y los factores actuales que la hacen tan atractiva para diferentes generaciones.
Raíces profundas: del México prehispánico a la modernidad fitness
La cultura fitness en México no surgió de la nada, ni es un fenómeno pasajero.
Según el libro El sector fitness en México, publicado por la Universidad de Guadalajara en 2023, esta cultura tiene raíces profundas que se remontan a la época prehispánica.
En aquel entonces, el ejercicio era parte fundamental de la vida cotidiana y espiritual. Las civilizaciones mesoamericanas valoraban la fuerza, la resistencia y la agilidad como pilares para la caza, la guerra y los rituales. Además, la actividad física era un símbolo de poder y salud, compartido por hombres y mujeres.
El siglo XIX marcó un cambio importante con la llegada de la gimnasia europea y figuras como Per Henrik Ling, quienes impulsaron la educación física en escuelas y el ejército, dando paso a una visión más organizada y científica del fitness.
Ya en el siglo XX, el enfoque se desplazó hacia el desarrollo muscular y la estética, con la llegada de figuras como Eugen Sandow y Charles Atlas, que popularizaron el fisicoculturismo.
La expansión de gimnasios y nuevas disciplinas como el aeróbic y el spinning en los 80 y 90 transformaron el panorama, especialmente con la inclusión masiva de mujeres.
Esta evolución sentó las bases para la cultura fitness contemporánea en México, que hoy combina tecnología, programas personalizados y un enfoque holístico, según el análisis de la Universidad de Guadalajara.
La esencia de la cultura fitness: ciencia, individualidad y bienestar
Según el Consejo Nacional de Población (CONAPO), la cultura fitness es mucho más que movimiento o ejercicio; es un enfoque integral para alcanzar estabilidad y mejora en la salud física y mental.
Esta definición se sustenta en tres pilares fundamentales: la base científica, que utiliza estudios rigurosos para diseñar las prácticas; la individualidad, que adapta los ejercicios a las necesidades específicas de cada persona; y una visión integral que busca un equilibrio entre cuerpo y mente.
Adoptar este estilo de vida ofrece múltiples beneficios. Mejora la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación, mientras que también previene enfermedades físicas graves como las cardiovasculares y la diabetes.
Además, es un apoyo clave en la prevención de trastornos mentales como estrés, ansiedad, depresión y fatiga. Todo esto está respaldado por evidencia científica que fortalece la idea del fitness como una cultura centrada en el bienestar total, según la publicación del CONAPO.
Para quienes se inician en esta cultura, las motivaciones pueden ser variadas. José Ángel Alcalá, un joven que lleva cuatro meses asistiendo al gimnasio, compartió en entrevista con Meganoticias que fue la inspiración que encontró en las redes sociales lo que lo impulsó a comenzar. "Quería verme en esos cuerpos y sentir esa motivación", dijo.
Sin embargo, reconoce que mantener la rutina es demandante, especialmente cuando se trabaja tiempo completo, pero resalta que el cambio en su vida ha sido muy positivo.
Pilates: una disciplina que conquistó México con el bienestar integral
Dentro de las tendencias fitness más populares en México destaca el auge del pilates, una disciplina que ha ganado terreno en los últimos años por su enfoque consciente en el movimiento y la conexión mente-cuerpo.
A diferencia del entrenamiento tradicional enfocado en la estética o el desarrollo muscular, el pilates busca fortalecer el centro corporal, mejorar la postura, la flexibilidad y el equilibrio, además de promover la salud mental y reducir el estrés.
Esta versatilidad ha hecho que el pilates sea accesible para diferentes públicos, desde principiantes hasta atletas de alto rendimiento, y se pueda practicar en gimnasios, estudios especializados o incluso en casa mediante videos y plataformas digitales.
El joven José Ángel comenta sobre esta disciplina: "Respeto mucho a quienes practican deporte por salud y no solo por verse bien. El gimnasio a veces genera arrogancia y repudio hacia otras disciplinas porque no persiguen un fin estético, pero creo que cada una merece respeto".
Por su parte, Elena Ríos, otra joven usuaria del gimnasio, considera que el pilates es una excelente opción que amplía las alternativas para encontrar lo que mejor funciona para cada persona. Ella misma comenzó a entrenar para ganar seguridad en sí misma tras haber sido víctima de bullying por su delgadez.
Desafíos y oportunidades: hacia un fitness más inclusivo y sostenible
Aunque la cultura fitness en México está creciendo, enfrenta retos importantes.
Uno de ellos es el enfoque excesivo en la apariencia física, que puede generar problemas como trastornos alimenticios o baja autoestima. También existe una desigualdad en el acceso a gimnasios, entrenadores y equipos, lo que limita la participación de sectores con menos recursos.
El libro El sector fitness en México señala que es fundamental promover una visión más amplia del fitness, que incluya la salud mental, emocional y social, fomentando la inclusión y la diversidad corporal.
La digitalización y el auge de los entrenamientos en línea han abierto nuevas oportunidades, especialmente tras la pandemia, permitiendo que más personas puedan acceder a programas de ejercicio desde casa o al aire libre.
Aarón Zaldivar, con más de dos años en el gimnasio, reconoce que el fitness ha transformado su vida física y emocionalmente: "Me siento más fuerte y resistente, aunque algunas veces la dismorfia corporal afecta mi ánimo. Sin embargo, jamás me arrepiento de haber comenzado; siento que siempre quiero mejorar más". Para él, el acompañamiento profesional y la motivación constante fueron clave para mantener la constancia.
La cultura fitness en México es mucho más que levantar pesas o seguir una dieta; es una invitación a reconectar con nuestro cuerpo y mente, a retomar un legado ancestral de fuerza y equilibrio, pero adaptado a los tiempos modernos.
Es el reflejo de un México que decide cuidarse, que busca bienestar integral y que entiende que el verdadero éxito está en sentirse bien consigo mismo, más allá de cualquier estándar estético.
Cada paso en el gimnasio, cada respiración en una clase de pilates, es un acto de amor propio y de salud que transforma vidas, historias y comunidades.
Y mientras esta cultura siga creciendo, con nuevos retos y aprendizajes, México se está poniendo fit no solo en el cuerpo, sino también en el alma.