La crisis social que enfrenta Ecuador sumó un nuevo episodio de violencia este martes, cuando la caravana del presidente Daniel Noboa fue atacada durante su trayecto hacia un acto público en la provincia andina de Cañar
El hecho, que dejó rastros de proyectiles en el vehículo presidencial, derivó en una denuncia por intento de asesinato presentada ante la Fiscalía por la ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano.
Según el Gobierno, unas 500 personas se congregaron en el municipio de El Tambo y lanzaron piedras contra los vehículos que integraban el convoy.
Los impactos de bala en el auto de Noboa llevaron a las autoridades a considerar el hecho como un atentado.
Aunque el mandatario salió ileso y participó en el evento previsto, el Ejecutivo advirtió que el caso será investigado por Criminalística y que los cinco detenidos enfrentarán cargos por terrorismo
La raíz del conflicto
El incidente ocurre en pleno día 16 de las protestas impulsadas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel que elevó su precio de 1,80 a 2,80 dólares por galón.
Las manifestaciones, que mantienen nueve carreteras bloqueadas, también reclaman la reducción del IVA del 15 % al 12 % y la suspensión del referéndum de noviembre sobre una Asamblea Constituyente.
Mientras el Gobierno acusa a "células criminales" de infiltrarse en las marchas, la Conaie denunció una "represión policial y militar brutal" que ha dejado un manifestante muerto, más de cien heridos y decenas de detenidos. Ambos bandos coinciden solo en una cosa: el país atraviesa su momento más tenso desde el inicio del mandato de Noboa