El presidente de Rusia, Vladímir Putin, realizará una visita oficial a la India la próxima semana, en un momento de alta tensión global por la creciente disputa comercial entre Moscú y Washington en torno a las exportaciones de petróleo ruso, especialmente hacia Asia.
Esta será la primera visita de Putin a la India desde que comenzó la invasión a Ucrania en 2022, y ocurre en medio de los intentos de Estados Unidos por presionar a Nueva Delhi para que reduzca sus compras de crudo ruso, las cuales se han incrementado desde el inicio del conflicto.
Según fuentes del Kremlin, el viaje busca "reforzar los lazos estratégicos" entre ambos países, con énfasis en la cooperación energética, militar y tecnológica. India, que históricamente ha mantenido una postura de no alineamiento, se ha convertido en uno de los principales compradores de petróleo ruso con descuento, desafiando las sanciones occidentales.
Washington ha intensificado sus advertencias hacia la India, acusando a Moscú de utilizar el comercio petrolero como fuente clave para financiar su guerra en Ucrania. En respuesta, funcionarios indios han defendido su postura argumentando que actúan en función de su seguridad energética y que no violan las sanciones impuestas por Occidente.
"India tomará decisiones basadas en sus intereses nacionales", declaró recientemente el ministro de Asuntos Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar.
Analistas internacionales ven la visita como una jugada clave de Putin para consolidar alianzas fuera del bloque occidental y contrarrestar el aislamiento económico impuesto por las potencias europeas y Estados Unidos.
Durante su estancia, se espera que Putin se reúna con el primer ministro Narendra Modi y firme nuevos acuerdos en materia energética, defensa y comercio. También se anticipa un posible anuncio sobre el uso de monedas locales en el intercambio bilateral, con el fin de evitar el uso del dólar estadounidense.
La visita ha generado preocupación en Washington, que ve con inquietud el fortalecimiento del eje Moscú-Nueva Delhi en un contexto de rivalidades geopolíticas cada vez más marcadas.
Con esta gira, el mandatario ruso busca mostrar que aún cuenta con aliados clave en Asia, pese a las sanciones y la creciente presión internacional.
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