Imagina despertar cada quincena y ver en tu cuenta bancaria exactamente el salario que tú mismo elegiste, basado en lo que consideras que vale tu trabajo. Sin cálculos impuestos por la empresa, sin negociaciones interminables: solo tu valoración y tu esfuerzo reflejados en tu pago
Lejos de ser solo un sueño, esta idea podría convertirse en un motor de motivación colectiva y reducir la rotación laboral, que hoy en México alcanza el 17%, la más alta de Latinoamérica. Al mismo tiempo, representa un desafío para las empresas, que ya enfrentan presión por la inflación y la informalidad.
Algunas compañías ya han experimentado con la transparencia salarial. En 2013, la empresa tecnológica Buffer implementó una política de "salarios abiertos", combinando el rol del empleado y el costo de vida en una fórmula transparente.
El resultado: un aumento del 20% en la satisfacción laboral y eliminación de brechas salariales de género.
Pero, ¿qué significa realmente "transparencia salarial"? No es que cualquier empleado pueda poner cualquier cifra. Significa que los sueldos son claros y visibles dentro de la empresa: todos saben cuánto gana cada puesto, cómo se calcula cada salario y qué criterios se usan para ajustarlo.
Esto permite que los trabajadores puedan decidir su propio sueldo de manera justa, basándose en referencias de mercado y en su contribución, generando confianza y evitando conflictos.
Si quieres saber más, aquí te contamos qué pasaría si los empleados pudieran elegir su sueldo
Historia y precedentes
El concepto no es nuevo. A finales del siglo XIX, algunas cooperativas europeas, como las de Rochdale, exploraban formas de remunerar según la contribución individual.
En el ámbito cultural, la banda Radiohead, en 2007, lanzó su álbum In Rainbows con un modelo de "paga lo que quieras", recaudando 1.2 millones de libras.
En el mundo laboral contemporáneo, empresas tecnológicas han probado sistemas similares: publicar salarios y permitir que los empleados tengan participación en su fijación reduce la rotación y mejora la percepción de equidad.
Por ejemplo, Buffer logró disminuir su rotación al 10% y mejorar la sensación de justicia laboral en un 30%.
En México, aunque la Ley Federal del Trabajo protege los salarios mínimos, solo cerca del 10% de los trabajadores con sindicato negocia colectivamente sus condiciones. La desigualdad salarial sigue siendo un reto: en Colima, las mujeres perciben 74.58 pesos por cada 100 que gana un hombre
Impacto económico: trabajador y empresa
Para los empleados, poder fijar su propio salario podría traer múltiples beneficios. Aumentaría la motivación, reduciría el estrés financiero y fomentaría el compromiso laboral.
Hoy, 36.9% de los mexicanos reporta sentir tensión constante por el dinero.
Pero también existen riesgos: algunos podrían fijar un salario demasiado bajo, afectando su calidad de vida. Actualmente, la mitad de los hogares mexicanos vive con menos de la línea básica de bienestar (CONEVAL).
Para las empresas, la flexibilidad salarial supone un desafío. Pagos demasiado altos podrían reducir márgenes de ganancia, pero la transparencia trae ventajas: ayuda a que los empleados permanezcan hasta un 30% más tiempo en la empresa, reduciendo costos de contratación y capacitación que pueden ser hasta 1.5 veces el salario anual de la vacante
Consecuencias sociales y laborales
La transparencia no se trata solo de números. Estudios muestran que cuando los salarios son claros:
En México, donde el 60% de los empleados evita confrontaciones, abrir la comunicación sobre sueldos podría generar hasta 18% más promociones internas y fortalecer la cohesión en equipos diversos.
No obstante, los efectos no son automáticos. Podrían aparecer competencia tóxica o celos, y un 15% más de trabajadores podría desarrollar sensación de "merecimiento exagerado" si no se acompaña de formación y cultura organizacional.
En sectores como maquiladoras o comunidades indígenas-colectivas, la transparencia puede fomentar solidaridad y dignificar el trabajo, siempre que exista acompañamiento y capacitación adecuados
Escenario hipotético en México
Si todos los trabajadores mexicanos pudieran fijar su salario, los impactos serían significativos:
Sin embargo, la informalidad y las brechas de género exigen regulación. Auditorías, referencias de mercado y políticas de equidad serían esenciales para evitar que los salarios se subestimen o se disparen sin control.
La clave está en equilibrar flexibilidad con supervisión, adaptando modelos internacionales exitosos a la realidad mexicana. Esta combinación podría transformar no solo la relación entre empresas y empleados, sino también la manera en que entendemos el trabajo, la motivación y la justicia laboral
¡Te queremos escuchar! Cuéntanos qué escenario te gustaría que imaginemos y lo analizaremos en una próxima entrega
Escríbenos en nuestras redes: