La Fiscalía federal del Distrito Este de Estados Unidos reveló que utilizará como pruebas clave en el caso contra Rafael Caro Quintero unas grabaciones de audio inéditas, en las que se escucha el interrogatorio y la tortura al agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, asesinado en 1985.
Estos audios, que permanecieron resguardados durante casi 40 años, formarán parte del expediente que podría llevar al narcotraficante mexicano a enfrentar la pena de muerte.
Durante una audiencia en la corte de Brooklyn, la fiscal Saritha Komatireddy detalló que también cuentan con fotografías, autopsias y registros del tráfico de marihuana, cocaína y fentanilo, además de las grabaciones, como parte del caso que sostienen en su contra. A Caro Quintero se le acusa de dirigir una organización criminal, de participar en el secuestro, tortura y asesinato de Camarena, y de conspiración para distribuir drogas a nivel internacional.
El juez Frederic Block fijó la próxima audiencia para el 18 de septiembre a las 11:00 de la mañana. En esa sesión se evaluarán los avances de la Fiscalía y se determinará si existe fundamento para aplicar la pena de muerte al acusado, quien permanece detenido en Nueva York desde febrero. En esa fecha también comparecerá su sobrino, Ismael Arellanes, alias "Mayel", quien fue arrestado en Culiacán en 2020 y entregado a Estados Unidos en 2023.
La defensa de Caro Quintero, encabezada ahora por los abogados Mark DeMarco y Elizabeth Macedonio, pidió al juez más tiempo para revisar las pruebas. También solicitaron que el acusado tenga acceso a llamadas telefónicas con sus familiares, algo que hasta ahora le ha sido negado. El juez estudiará esta petición en las próximas semanas.
El Departamento de Justicia aún no ha decidido si solicitará formalmente la pena capital. Aunque el plazo original vencía a finales de junio, la Fiscalía pidió una prórroga argumentando que se trata de un caso especialmente complejo, dado que los hechos ocurrieron hace casi cuatro décadas y en territorio mexicano.
Caro Quintero, conocido como el "Narco de narcos", fue extraditado a Estados Unidos junto a otros 28 líderes criminales en febrero, luego de intensas presiones por parte del gobierno del presidente Donald Trump. Según reportes, la Casa Blanca amenazó con imponer aranceles de hasta 25% si México no intensificaba su lucha contra el narcotráfico.
En contraste con la primera audiencia, a la que asistieron cerca de 100 agentes de la DEA, esta vez el tribunal recibió solo a una decena de elementos de esa agencia, además de periodistas, personal judicial y ciudadanos que observaron el proceso desde las bancas del público. El juicio avanza, y las pruebas recuperadas podrían marcar un giro decisivo en uno de los casos más emblemáticos del narcotráfico entre México y Estados Unidos.