Lo que comenzó como una operación federal para cerrar una red de explotación laboral terminó convirtiéndose en un violento choque entre agentes de seguridad y más de cien personas que intentaron frenar el operativo en Tucson, Arizona
El 5 de diciembre, investigadores de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en inglés), junto con distintas agencias federales, ejecutaron órdenes de cateo en nueve restaurantes y varias casas vinculadas a una organización criminal transnacional que opera en la región.
La investigación, que lleva varios años en curso, apunta a una estructura criminal que presuntamente utilizaba una cadena familiar de restaurantes en Tucson y ciudades cercanas como pantalla para la explotación laboral, evasión fiscal y violaciones migratorias.

Durante el operativo, las autoridades detuvieron a 46 personas migrantes sin documentos, una de ellas con antecedentes por agresión sexual, reingreso ilegal y una condena previa de cinco años en prisión
El operativo se complica: agresiones, daños y agentes heridos
Lo que debía ser un procedimiento controlado escaló rápidamente. Más de un centenar de personas se presentaron en uno de los locales, bloquearon salidas y, según el reporte oficial, buscaron impedir que los agentes continuaran con la intervención.
La tensión subió hasta convertirse en violencia: hubo agresiones directas contra el personal federal y daños a vehículos, como neumáticos perforados.
La situación obligó a movilizar a un equipo especializado de HSI para recuperar el control.

Dos agentes resultaron heridos de acuerdo al ICE -uno con fractura en el bíceps y otro con una lesión en la rodilla- y necesitaron atención médica
Arrestos por agresiones y un señalamiento político
En medio del caos, dos ciudadanos estadounidenses fueron detenidos por atacar a un agente federal, dañar un vehículo gubernamental y obstruir la labor de las autoridades. La Fiscalía federal ya aceptó procesarlos.
La representante estadounidense Adelita Grijalva estuvo presente entre la multitud. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), intentó obstaculizar las operaciones y después afirmó en redes sociales que había sido rociada con gas pimienta, algo que las autoridades calificaron como falso.

Desde el DHS criticaron duramente su postura y aseguraron que este tipo de declaraciones ha alimentado un aumento significativo en agresiones y amenazas contra agentes migratorios
Golpe a una red criminal y advertencia de más operativos
De acuerdo con HSI, el operativo logró interrumpir la capacidad de la organización criminal para seguir explotando trabajadores y evadir regulaciones. El cierre de los restaurantes es uno de los principales resultados visibles.
Las autoridades federales advirtieron que este no será el último esfuerzo de este tipo en Arizona. La investigación continúa y, por ahora, la información adicional se mantiene limitada.

Mientras tanto, el gobierno federal insistió en que su objetivo es claro: proteger a trabajadores vulnerables, combatir a las redes criminales que lucran con ellos y garantizar que la ley se cumpla, incluso frente a intentos de obstrucción o desinformación