Rusia atacó esta madrugada varias regiones de Ucrania, incluida la capital Kiev, con más de 40 misiles y cerca de 400 drones.
El ataque dejó al menos cuatro personas muertas, tres de ellas rescatistas que murieron mientras auxiliaban a civiles en medio de las explosiones. Moscú aseguró que los objetivos eran fábricas de armamento, arsenales y bases aéreas ucranianas.
El Ministerio de Defensa ruso indicó que el bombardeo fue una respuesta a recientes acciones de Kiev que calificó como "terroristas", entre ellas un ataque que dañó más de 40 aviones rusos y explosiones en vías ferroviarias que provocaron la muerte de siete personas en regiones fronterizas como Kursk y Briansk.
?????| Esta madrugada Rusia ha lanzado un ataque masivo con hasta 400 drones y 45 misiles contra Ucrania después de la operación del SBU contra la aviación estratégica rusa. pic.twitter.com/Rv3eMRS2CM
Desde Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski y su canciller, Andrí Sibiga, condenaron los ataques rusos. A través de redes sociales, Sibiga acusó a Moscú de atacar zonas residenciales y de infraestructura civil, mientras que Ucrania, dijo, golpea únicamente objetivos militares. El gobierno ucraniano volvió a pedir a Estados Unidos y a la comunidad internacional que impongan nuevas sanciones contra Rusia.
Pese a los sistemas de defensa aérea que lograron interceptar la mayoría de los misiles y drones, varios de ellos impactaron en infraestructuras clave. Una de las víctimas fue localizada bajo los escombros de un edificio de nueve pisos en Kiev. El ataque también causó múltiples daños materiales, aunque las autoridades ucranianas no han detallado cuántos ni cuáles fueron los objetivos afectados.
Por su parte, Rusia aseguró haber interceptado 174 drones lanzados por Ucrania en la noche del ataque. Según el Estado Mayor ucraniano, su ofensiva alcanzó tres depósitos de combustible en la base aérea de Engels y otros objetivos militares, como un aeródromo en Riazán y un punto logístico del Ejército ruso en Kursk.
Estos enfrentamientos se producen mientras ambos países mantienen contactos en Estambul con la mediación del gobierno de Turquía. Las reuniones han permitido intercambios de prisioneros, pero no han logrado avances hacia un alto al fuego.
El gobierno ucraniano insiste en que se declare una tregua de al menos 30 días. Sin embargo, no ha logrado convencer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de endurecer su postura contra Rusia ni de imponer nuevas sanciones económicas para presionar a Vladímir Putin y detener la guerra.