El Gobierno de México actualizó la Carta Nacional Pesquera para incorporar al sargazo holopelágico del Caribe como recurso pesquero con potencial de desarrollo, lo que abre la puerta a su aprovechamiento económico bajo esquemas de sustentabilidad ambiental
El sargazo holopelágico, una macroalga que flota mar adentro y que en los últimos años ha generado afectaciones al turismo y los ecosistemas costeros del Caribe mexicano, es ahora considerado un recurso estratégico con múltiples posibilidades de uso industrial y ambiental.
Según Agricultura, este cambio de estatus representa un "hito trascendental" en el manejo de los recursos marinos del país, al permitir un enfoque técnico y sostenible para su manejo, investigación y eventual aprovechamiento económico.
Entre las aplicaciones industriales identificadas destacan:
Un ecosistema flotante de alto valor ecológico
De acuerdo con el IMIPAS, encabezado por el doctor Víctor Manuel Vidal Martínez, el sargazo en mar abierto funciona como un "oasis flotante" que alberga un ecosistema marino único.
Estas formaciones proporcionan alimento y refugio a especies como el dorado, el atún y el jurel, todos de gran valor comercial.
Además, esta macroalga cumple funciones ecológicas relevantes, como la captura de carbono, la bioabsorción de metales pesados y, en su llegada moderada a las costas, la protección contra la erosión y la nutrición de dunas.
El volumen potencial de recolección asciende a 945 mil toneladas anuales de sargazo seco, mediante el uso de embarcaciones especializadas, como el Buque Sargacero Oceánico, diseñado por la Secretaría de Marina