Laura Itzel Castillo Juárez, quien recientemente asumió la presidencia del Senado mexicano, considera que su mayor desafío será mejorar la calidad del debate en el recinto legislativo, impulsando un ambiente más civilizado y respetuoso
Su llamado se centra en abandonar las confrontaciones físicas y promover una política basada en el diálogo maduro y la tolerancia.
Esta posición surge tras el altercado entre Alejandro Moreno Cárdenas, representante del PRI, y Gerardo Fernández Noroña, del partido oficialista Morena, ocurrido el pasado 27 de agosto dentro de la Antigua Casona de Xicoténcatl, lugar que fuera la sede del Senado. Castillo Juárez dejó claro que, aunque reconoce que las discusiones acaloradas son naturales en política, en ningún momento se debe permitir la violencia ni acciones que vulneren el respeto entre legisladores.
Para la legisladora, la política debe funcionar como un espacio civilizador y no convertirse en un escenario de enfrentamientos físicos.
En este sentido, su conducción al frente de la Mesa Directiva buscará fomentar acuerdos institucionales sólidos, sin dejar de lado su trayectoria política y sus raíces en la izquierda mexicana, recordando así sus principios y origen
Un aspecto fundamental de su gestión será asegurar que los acuerdos entre los diversos grupos parlamentarios se respeten y que la agenda legislativa avance puntualmente. Castillo Juárez insistió en que cada sesión debe cumplirse conforme al Orden del Día fijado previamente y que la palabra debe darse a todos los integrantes de las bancadas para garantizar pluralidad y participación equitativa.
En cuanto a la representación femenina en la política mexicana, la senadora resaltó los avances recientes, destacando que la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia del país, junto con varias mujeres en cargos directivos legislativos y la presidencia de la Cámara de Diputados a cargo de Kenia López Rabadán, evidencian un momento histórico para las mujeres en el ámbito político nacional.
Subrayó que México cuenta con mecanismos de paridad que hacen que la igualdad de género en las cámaras sea una realidad, situación que es menos común en otros países alrededor del mundo.
En resumen, la presidenta del Senado apuesta por un Senado donde prevalezcan el respeto, la civilidad y el cumplimiento de acuerdos, todo dentro de un marco de inclusión y reconocimiento del papel de la mujer en la política actual