La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, llamó este martes a una reflexión histórica y democrática tras la elección presidencial en Chile, luego del triunfo del candidato ultraderechista José Antonio Kast.
Aunque reconoció que el resultado debe respetarse por tratarse de una decisión tomada en las urnas, expresó su preocupación por las posturas del presidente electo, quien ha defendido públicamente la figura del dictador Augusto Pinochet.
Durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional, la mandataria subrayó que México siempre se pronunciará a favor de la democracia y del respeto a la voluntad popular. Sin embargo, señaló que resulta inquietante que un gobernante electo haga reconocimientos a un régimen autoritario, aun cuando haya llegado al poder mediante un proceso democrático.
Sheinbaum recordó que en 1973 Chile vivió un golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende, quien había sido electo de manera democrática. Ese hecho dio paso a una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, que se extendió hasta 1990 y estuvo marcada por la represión, el asesinato y la desaparición de opositores políticos.

"Fue un régimen absolutamente autoritario, dictatorial, que duró muchos años", afirmó la presidenta al referirse a ese periodo histórico. Explicó que más allá de las diferencias ideológicas o de los modelos económicos, lo central es no justificar ni normalizar gobiernos que violaron de manera sistemática los derechos humanos.
En ese sentido, Sheinbaum sostuvo que no se puede hablar de simples "péndulos" políticos cuando se trata de experiencias históricas marcadas por la violencia de Estado. Puso como ejemplo que no es lo mismo una alternancia democrática que validar gobiernos que persiguieron, encarcelaron o desaparecieron a quienes pensaban distinto.
El domingo, José Antonio Kast, exdiputado de 59 años, ganó ampliamente las elecciones presidenciales en Chile al superar por casi 17 puntos a la candidata de izquierda Jeannette Jara, quien obtuvo el 41.83% de los votos. El resultado fue reconocido por las distintas fuerzas políticas del país sudamericano.
En su reflexión, la presidenta también recordó que México mantuvo una política exterior solidaria durante las dictaduras del Cono Sur, al recibir a miles de exiliados chilenos, argentinos y uruguayos. Señaló que muchas de esas personas contribuyeron de manera decisiva al desarrollo académico, científico y cultural del país.
Finalmente, Sheinbaum expresó su expectativa de que el nuevo Gobierno chileno actúe de manera democrática y respetuosa de los derechos humanos. Además, subrayó la importancia de que las nuevas generaciones conozcan lo ocurrido en América Latina durante los años de los golpes de Estado y las dictaduras militares, para evitar que esas prácticas se repitan.