La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró este jueves su postura de "no intervención" respecto a la condecoración de la opositora venezolana
María Corina Machado con el Premio Nobel de la Paz. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria afirmó: "La última vez dije: Sin comentarios y sigo diciendo sin comentarios.
México siempre va a defender la autodeterminación de los pueblos, la no invasión, la no injerencia".

Sheinbaum subrayó que la posición del gobierno mexicano frente a la situación en Venezuela sigue siendo consistente: apostar por el diálogo y la resolución pacífica de conflictos, sin involucrarse en asuntos internos de ese país
El complicado viaje de Machado a Oslo
Machado llegó a Oslo tras una odisea que comenzó el martes, cuando salió de Venezuela por vía marítima rumbo a Curazao y continuó con un vuelo de casi 9.000 kilómetros, con escala en Estados Unidos.
A su llegada, la opositora apareció en el balcón del Grand Hotel de Oslo, donde saludó a sus seguidores, visiblemente cansada pero sonriente, y cantó el himno de Venezuela con la mano en el pecho.
La líder venezolana, de 58 años, ha denunciado durante años al gobierno de Nicolás Maduro, calificándolo como "criminal" y asegurando que enfrenta persecución.

"El gobierno venezolano dice que soy terrorista y que tengo que pasar el resto de mi vida en la cárcel, y me buscan", declaró
Reconocimiento internacional y discurso del Nobel
Machado dedicó el Premio Nobel de la Paz al pueblo venezolano y a quienes, según ella, luchan por la libertad de su país. También mencionó a los líderes internacionales que la apoyaron.
Su discurso fue leído en Oslo por su hija, Ana Corina Sosa, quien recogió el galardón en su nombre.
El Comité Nobel noruego justificó la elección reconociendo "su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia".

Este reconocimiento llega en un momento de alta tensión política en Venezuela y pone en evidencia tanto la visibilidad internacional de Machado como la postura cautelosa de gobiernos como el de México, que prefieren mantener la neutralidad y el respeto a la autodeterminación de los pueblos frente a conflictos internos de otros países