Durante el fin de semana del Día del Trabajo en 2025, Chicago vivió un aumento alarmante en la violencia armada, con al menos siete personas fallecidas y 47 heridas a causa de tiroteos dispersos por la ciudad
Los datos policiales indican que las víctimas tenían edades comprendidas entre 14 y 50 años, y los incidentes incluyeron desde discusiones que terminaban en disparos hasta ataques múltiples en barrios como Bronzeville, que vio dos tiroteos masivos en menos de 48 horas.
A pesar de la gravedad de la violencia, no se reportaron arrestos inmediatos en la mayoría de estos casos, y las autoridades están trabajando en varias líneas de investigación para identificar a los responsables.
Este brote de violencia se produce en un contexto político tenso, ya que la Administración del presidente Donald Trump ha manifestado su intención de desplegar la Guardia Nacional en Chicago como medida para combatir el crimen, la indigencia y la inmigración indocumentada.
Este plan militar ha generado una fuerte oposición de las autoridades locales y estatales, especialmente del alcalde Brandon Johnson y del gobernador J.B. Pritzker, ambos demócratas
Estos líderes consideran que la medida no solo es innecesaria, sino que además podría empeorar la situación al agravar la desconfianza entre la comunidad y las fuerzas del orden.
El alcalde incluso firmó una orden ejecutiva que prohíbe la colaboración de funcionarios locales con cualquier despliegue federal no autorizado, y el gobernador ha calificado la eventual intervención como inconstitucional y un intento de politizar la seguridad pública.
Las tensiones se reflejaron en las protestas multitudinarias del Día del Trabajo, donde miles de residentes salieron a las calles de Chicago para manifestarse contra el plan federal.
Los manifestantes expresaron su rechazo a la militarización y a las redadas migratorias, reclamando respeto hacia la autonomía de la ciudad y hacia los derechos de sus habitantes
Estas protestas se unieron a un movimiento nacional contra las políticas de Trump, similar a las manifestaciones previas en Los Ángeles y Washington D.C., donde ya se desplegó la Guardia Nacional bajo circunstancias controvertidas.
Mientras tanto, Trump continúa usando las redes sociales para denunciar la violencia en Chicago y justificar sus acciones, describiendo la ciudad como "fuera de control" y criticar al liderazgo local por supuesta incompetencia.
En contraste, las autoridades de Chicago destacan que, en el último año, los índices de homicidios, robos y tiroteos han disminuido de manera notable gracias a inversiones en educación, vivienda y programas comunitarios de prevención de violencia.
Sin embargo, el debate sobre la militarización para enfrentar el crimen sigue abierto y genera profunda división entre los distintos niveles de gobierno y la población local